
Un outsider que irrumpió para quedarse
En noviembre de 2025, Franco Parisi sorprendió al país al obtener 2,5 millones de votos en la elección presidencial, quedando en un inesperado quinto lugar y consolidándose como un fenómeno político que desafía el statu quo. Lejos de ser un candidato más, Parisi construyó su campaña sobre la base de un discurso anti-élite, dirigido a una clase media emergente que se siente ignorada tanto por la izquierda como por la derecha tradicionales.
Desde su llegada a Chile en abril, el economista enfrentó el rechazo de las estructuras políticas y mediáticas, que lo marginaron de debates y eventos clave. Sin embargo, su estrategia se basó en conectar directamente con los ciudadanos a través de redes sociales y radios locales, logrando una penetración inédita en nichos que históricamente han sido invisibilizados.
---
La clase media como epicentro del malestar
El perfil del votante de Parisi, según análisis de expertos como Juan Pablo Lavín, se concentra en menores de 45 años, con fuerte presencia en regiones y en sectores periféricos urbanos. Este electorado se caracteriza por una profunda desconfianza hacia las instituciones y el Estado, y por un sentimiento de ninguneo: no son lo suficientemente pobres para acceder a subsidios, pero tampoco lo suficientemente privilegiados para ser escuchados.
"Es el típico personaje al que no le dan el crédito hipotecario, pero que tampoco califica para el subsidio porque no es tan pobre", explica Giancarlo Barbagelata, uno de sus asesores.
Este malestar social, que se alimenta del encarecimiento de la vida y la precariedad de servicios básicos, fue capitalizado por Parisi con propuestas simples y directas: eliminación del IVA a medicamentos, reducción del impuesto al combustible y aumentos en la Pensión Garantizada Universal, entre otras.
---
Estrategia digital y territorial: el poder de lo periférico
En un giro respecto a campañas tradicionales, Parisi y su equipo priorizaron la comunicación digital, con más de 200 millones de reproducciones en redes sociales y una interacción directa con millones de usuarios. La televisión dejó de ser el centro para transformarse en una fuente de contenido viralizado.
Simultáneamente, el candidato recorrió comunas pequeñas y medianas, donde encontró audiencias ávidas de reconocimiento y soluciones concretas. En lugares como Quillota, Cabildo y Llay Llay, Parisi fue recibido como un interlocutor legítimo, lejos de la indiferencia que sufren esas zonas en las campañas presidenciales.
"Los candidatos van a regiones, pero a las capitales regionales; nosotros visitamos las comunas pequeñas y eso generó una sinergia poderosa", señala Barbagelata.
Este enfoque territorial, junto con la segmentación de nichos —técnicos en enfermería, evangélicos, mundo tuerca—, amplió su base electoral y reforzó su imagen como un candidato que escucha y representa a quienes se sienten excluidos.
---
Controversias y desafíos: la sombra del pasado
No obstante, el ascenso de Parisi no ha estado exento de polémicas. Su prontuario incluye cuestionamientos por irregularidades en campañas anteriores, acusaciones de acoso sexual y problemas legales por deudas de pensión alimenticia. Estas situaciones fueron manejadas con una estrategia que buscó minimizar su impacto, privilegiando la presencia digital y la cercanía con el electorado.
Analistas como Cristian Valdivieso critican la naturaleza populista de su discurso, centrado en bonos y beneficios económicos inmediatos, mientras que sectores como Evópoli reconocen su capacidad para conectar con un electorado que valora el esfuerzo personal y el emprendimiento.
"Les decía que no se sientan avergonzados de lo que son, de lo que han logrado", comenta Sacha Razmilic, alcalde de Antofagasta.
---
El resultado electoral y la fractura social
El día de la elección, Parisi quedó a poco más de medio millón de votos de pasar a segunda vuelta, un resultado que desató tanto celebraciones como frustraciones en su entorno. Mientras en comunas populares como La Pintana alcanzó un 26,8% de apoyo, en sectores acomodados como Vitacura apenas logró un 0,8%, evidenciando una profunda división social y territorial que atraviesa el Chile actual.
"Ahí me odian, pero en algún momento se van a dar cuenta que ellos, si los despiden, en seis meses también pierden la casa, el auto, la casa en la playa y hasta el matrimonio", afirma Parisi con su característico tono desafiante.
Este fenómeno pone en jaque a las élites políticas y mediáticas, que deberán reconsiderar cómo interpretar y responder a un electorado que ya no se siente representado por los partidos tradicionales.
---
Verdades y consecuencias
El ascenso de Franco Parisi no es un episodio aislado, sino la expresión palpable de un Chile fragmentado y en busca de nuevas narrativas políticas. Su capacidad para canalizar el descontento de la clase media emergente, su uso innovador de las redes sociales y su apuesta por territorios periféricos marcan un cambio en la forma de hacer política.
Sin embargo, la sombra de sus controversias y la naturaleza polarizante de su discurso plantean interrogantes sobre la sustentabilidad de este fenómeno y su impacto real en la gobernabilidad.
Lo cierto es que Parisi ha dejado de ser una figura marginal para convertirse en un actor político ineludible, un espejo que refleja las tensiones y contradicciones de una sociedad que reclama ser escuchada y reconocida.
---
Fuentes:
- Análisis de Panel Ciudadano y Criteria.
- Entrevistas con miembros del equipo de campaña de Parisi.
- Datos oficiales del Servel y resultados electorales.
- Declaraciones públicas y registros en redes sociales del candidato.