La campaña de Jeannette Jara: tres círculos que definieron su camino a la primaria

La campaña de Jeannette Jara: tres círculos que definieron su camino a la primaria
Actualidad
Política
2025-11-23
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- Tres círculos de influencia: íntimo, comando PC y asesores externos.

- Tensiones internas entre equipos y vínculos con el gobierno Boric.

- Estrategia y narrativa: unidad, foco en votantes jóvenes y ajustes económicos.

El escenario estaba montado desde meses antes del domingo decisivo, cuando Jeannette Jara, la exministra del Trabajo y militante del Partido Comunista, se impuso en la primaria presidencial del oficialismo. El 30 de junio de 2025, Jara superó a Carolina Tohá (PPD), Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS), consolidando su candidatura. Pero detrás de ese éxito electoral se desplegó un complejo entramado de actores y estrategias que apenas emergen con claridad semanas después, cuando la campaña ha madurado y sus consecuencias empiezan a analizarse con perspectiva.

Tres círculos, tres mundos en tensión

La campaña de Jara se estructuró en torno a tres grupos que, aunque distintos, se entrelazaron para sostener su cruzada. El primero es su círculo más íntimo, un muro de contención personal que la acompañó día a día. Aquí destaca su pareja, Claudio Rodríguez, militante comunista y funcionario del Registro Civil, que ejerció como consejero político. También forman parte periodistas y expertos en comunicación como Pablo Cañas y Javiera Milla, quienes la siguieron desde sus días en el Ministerio del Trabajo. En redes sociales, jóvenes comunistas como Diego Cornejo y Lucas Mezquita se encargaron de conectar con el electorado más joven.

El segundo círculo es el comando formal, con fuerte presencia de la cúpula del Partido Comunista. Figuras como la secretaria general Bárbara Figueroa, el senador Daniel Núñez y el exministro Marcos Barraza —aliado histórico de Jara— jugaron roles decisivos en la estrategia electoral. Estos actores se reunían en la sede del ICAL en calle Cumming, donde se definían tácticas y se coordinaba la incorporación del resto del oficialismo a la campaña.

Finalmente, un grupo de "orejeros externos" aportó asesorías especializadas sin formar parte del día a día del comando. Entre ellos, el sociólogo Darío Quiroga fue clave en la construcción del relato y la preparación para debates. También participaron funcionarios del gobierno de Gabriel Boric, como Susana González y Sebastián Fierro, cuya intervención generó incomodidad en sectores del comando de Gonzalo Winter por la delgada línea entre roles públicos y privados.

Narrativas enfrentadas y estrategias en pugna

"Nuestra apuesta fue clara: robarle público joven a Winter y votantes mayores a Tohá, evitando caer en confrontaciones que desgastaran la campaña", explicó un miembro cercano al comando. Esta estrategia, que combinó pragmatismo electoral con una narrativa de unidad, fue la columna vertebral del triunfo de Jara.

Sin embargo, las tensiones internas no tardaron en aflorar. La participación de asesores ligados al gobierno y la influencia del PC en la campaña generaron recelos en otros sectores del oficialismo, evidenciando la complejidad de construir una candidatura que unifique a una coalición diversa.

Desde la vereda opuesta, voces críticas advierten que el predominio del PC y sus cuadros en la campaña puede profundizar divisiones internas y limitar la amplitud política necesaria para enfrentar la elección presidencial. Otros, en cambio, valoran la cohesión lograda y la capacidad de Jara para articular distintos mundos políticos y sociales.

Consecuencias y aprendizajes

A semanas de la primaria, la campaña de Jeannette Jara deja lecciones claras sobre el poder de las redes personales y la importancia de un comando sólido y bien articulado. La combinación de un equipo íntimo de confianza, un comando partidario fuerte y asesorías externas especializadas fue decisiva para su victoria.

Pero también pone en evidencia las dificultades de mantener la unidad en un oficialismo fragmentado, donde la convivencia entre distintas sensibilidades políticas y la gestión de influencias externas pueden convertirse en un campo de batalla silencioso.

En definitiva, la historia de esta campaña es la de un desafío político que aún no concluye, donde la disputa por liderar el proyecto oficialista se juega tanto en el terreno electoral como en la gestión interna de poder y narrativas. El triunfo de Jara es solo el primer acto de una trama que seguirá desplegándose en los próximos meses, con consecuencias que impactarán en la configuración política del país.

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Fuentes consultadas incluyen reportajes de La Tercera (2025-07-04), análisis de expertos en comunicación política y testimonios de actores clave dentro y fuera del comando de campaña.