Suspensión de militancia de Jeannette Jara: ¿un gesto político o una maniobra electoral? : La disputa que revela tensiones internas y externas en la izquierda chilena

Suspensión de militancia de Jeannette Jara: ¿un gesto político o una maniobra electoral? : La disputa que revela tensiones internas y externas en la izquierda chilena
Actualidad
Política
2025-11-23
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- Suspensión simbólica de militancia en el Partido Comunista por parte de Jeannette Jara.

- Reacciones encontradas: desde apoyo en la centroizquierda hasta críticas por falta de base legal.

- Oficio de RN al Servel cuestiona la legitimidad y transparencia del gesto.

El anuncio de que Jeannette Jara, candidata presidencial oficialista, suspendería su militancia en el Partido Comunista (PC) ha desatado un intenso debate que, lejos de cerrarse, ha profundizado las tensiones dentro del progresismo chileno y ha puesto en evidencia las estrategias políticas que se juegan en el tramo final hacia las elecciones de noviembre.

El origen de esta medida se remonta a semanas antes de la primaria que consagró a Jara como abanderada de la izquierda, cuando ya circulaban rumores sobre la necesidad de que la candidata adoptara un gesto de amplitud para convocar más allá del estrecho círculo comunista. “Se ha tomado la decisión, entiendo yo, de que suspenda su militancia. ¿Y por qué? Porque hoy día todos tenemos claro que representa a una alianza más amplia”, señaló el exalcalde Daniel Jadue, una de las figuras más influyentes del PC, aunque su anticipación generó críticas internas.

Desde el sector oficialista, esta suspensión es vista como una señal política importante. La diputada Ana María Gazmuri (Acción Humanista) la calificó como un gesto necesario para que Jara pueda “ser efectivamente la líder que va a convocar al más amplio arco del progresismo”. En términos similares, la exministra Laura Albornoz recordó que este tipo de movimientos no son inéditos en la política chilena: “Cuando ganó Patricio Aylwin, suspendió su militancia en la DC para abrazar a todas las personas que creían en cambios sociales en nuestro país”. La senadora Claudia Pascual, también del PC, enfatizó que “Jeannette ya no es la candidata comunista, es la candidata que salió de todas estas fuerzas progresistas de centroizquierda y de izquierda”, relativizando la urgencia de formalizar la suspensión.

Sin embargo, la oposición y algunos sectores críticos han cuestionado la legalidad y transparencia del procedimiento. La bancada de diputados de Renovación Nacional (RN) ofició al Servel para que fiscalice la acción, calificándola de “farsa” y acusando que “engaña a los electores”. Miguel Mellado, jefe de bancada, sostuvo que “Jeannette Jara es militante del Partido Comunista y esa militancia no se va a alterar antes de las elecciones presidenciales”, exigiendo que el Servel ponga fin a lo que consideran un intento de confundir a la opinión pública.

En el plano del debate público, también han emergido voces feministas que critican la dinámica de comunicación que rodeó el anuncio, señalando un claro ejemplo de “mansplaining”, donde hombres del PC anticiparon decisiones que deberían haber sido comunicadas por la propia Jara. La diputada Lorena Fries (Frente Amplio) denunció que “hasta cuándo tenemos que aguantar que los hombres hablen por las mujeres”, reclamando mayor protagonismo para la candidata.

Desde el punto de vista jurídico, la presidenta del Servel, Pamela Figueroa, ha aclarado que la legislación chilena no contempla la suspensión de militancia como figura formal y que los plazos para desafiliación y participación como independiente no se cumplen en este caso. Por ende, la suspensión anunciada es simbólica y no modifica el estatus legal de Jara como militante.

Este escenario revela una disputa que va más allá de la candidatura: es un choque entre la necesidad de ampliar apoyos en un sistema político fragmentado y la defensa de identidades partidarias claras. También pone en tensión la relación entre la política tradicional y los nuevos estilos comunicacionales, donde la autenticidad y la transparencia son moneda corriente para la ciudadanía.

En definitiva, la suspensión de militancia de Jeannette Jara es un gesto político que busca proyectar amplitud y unidad en la izquierda, pero que enfrenta críticas legítimas sobre su legalidad y su impacto real. El Servel, las colectividades y la opinión pública quedan en el centro de una polémica que exhibe la complejidad de construir alianzas en un Chile polarizado y en plena campaña electoral.

Verdades y consecuencias

- La suspensión de militancia es simbólica y no tiene reconocimiento legal según la normativa electoral vigente.
- El gesto ha generado divisiones internas en la izquierda, evidenciando tensiones entre pragmatismo electoral y fidelidad partidaria.
- La oposición utiliza la medida para cuestionar la transparencia de la candidatura y la integridad del proceso electoral.
- El debate ha puesto en primer plano la necesidad de una comunicación política más inclusiva y respetuosa de las voces femeninas.

El episodio invita a reflexionar sobre los límites entre estrategia política y autenticidad, y cómo estos se traducen en confianza o desconfianza ciudadana en tiempos electorales.