
Argentina se encuentra en un momento decisivo, donde la economía y la política se enfrentan en un escenario que recuerda a un coliseo romano: actores poderosos luchan por imponer su visión mientras la sociedad observa expectante.
Desde octubre de 2025, el riesgo país argentino ha experimentado una caída significativa, ubicándose por debajo de los 700 puntos y acercándose a la barrera simbólica de los 500 puntos. Este descenso, según analistas consultados por Reuters y medios locales como La Tercera y Ámbito, se debe principalmente a la claridad política que entregaron las recientes elecciones legislativas, donde el gobierno libertario de Javier Milei obtuvo un triunfo inesperado y contundente.
“La victoria electoral ha reducido la incertidumbre y el temor a cambios abruptos en las políticas económicas,” señala un economista consultado por Reuters. Esto ha generado confianza en los mercados, que valoran la asistencia financiera estadounidense, reflejada en un swap de divisas por US$ 20.000 millones y la posibilidad de un paquete adicional de financiamiento privado, aunque con ciertas dudas recientes.
Sin embargo, esta euforia financiera convive con una realidad política más compleja y oscura. El 6 de noviembre comenzó el juicio oral por la llamada Causa Cuadernos, el mayor proceso judicial por corrupción en la historia argentina, que tiene como principal imputada a la expresidenta Cristina Kirchner.
Se acusa a Kirchner y a su esposo, Néstor Kirchner, de haber organizado entre 2003 y 2015 un sistema de recaudación ilícita de fondos mediante sobornos de grandes empresas constructoras que buscaban contratos estatales. La fiscalía sostiene que se trató de un entramado para enriquecimiento ilegal, con la participación de exministros, funcionarios y empresarios.
El abogado de Kirchner, Gregorio Dalbón, ha denunciado una persecución judicial y ha afirmado que “la sentencia ya está escrita”, evidenciando la polarización y desconfianza que rodean el proceso.
Las declaraciones de arrepentidos, las ofertas de bienes para evitar el juicio y las tensiones en el tribunal muestran un escenario donde la justicia y la política se entrecruzan, mientras la sociedad argentina debate entre la necesidad de transparencia y las sospechas de venganza política.
El juicio se desarrolla mayormente de forma virtual y se proyecta que podría extenderse por años, manteniendo a la opinión pública en vilo.
Desde una perspectiva regional, este doble fenómeno —la mejora económica y la crisis política— genera impactos que trascienden las fronteras argentinas. En Chile, por ejemplo, la estabilidad económica argentina es clave para el suministro energético y las relaciones comerciales, mientras la percepción de corrupción afecta la confianza en la región.
Un académico chileno consultado señala: “La caída del riesgo país abre oportunidades, pero la corrupción sistémica que revela la Causa Cuadernos es un recordatorio de los desafíos institucionales que enfrentamos todos en América Latina.”
En definitiva, Argentina exhibe un rostro dual: por un lado, la esperanza de un nuevo ciclo económico más estable y, por otro, la persistencia de heridas profundas que la justicia busca sanar, aunque con dificultades evidentes.
Este escenario invita a la reflexión sobre cómo la democracia y la economía pueden coexistir y fortalecerse en un país marcado por la polarización, la historia de corrupción y las expectativas de cambio.
Verdades y consecuencias:
- La caída del riesgo país es un indicador positivo pero frágil, condicionado por la estabilidad política y la credibilidad institucional.
- La Causa Cuadernos revela la magnitud de las redes de corrupción que han permeado el Estado argentino, un fenómeno que no se resuelve solo con juicios, sino con reformas profundas y cambios culturales.
- La tensión entre justicia y política seguirá marcando el debate público y las decisiones económicas en Argentina, con efectos en toda la región.
El espectáculo continúa, y el público, aunque expectante, debe aprender a mirar más allá de la superficie para comprender las complejidades de un país en transformación.