
Un pulso entre el poder político y la autoridad monetaria estadounidense ha cobrado protagonismo en los últimos meses, dejando a los mercados globales en un estado de expectación contenida. Desde julio de 2025, los futuros de Wall Street han mostrado una tendencia al alza, amparados en la creciente expectativa de un recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). Este fenómeno se inscribe en un contexto donde la desaceleración económica comienza a hacerse visible, con indicadores como la encuesta ADP que reportó la primera contracción en la creación de empleo privado desde marzo de 2023 y una tasa de desempleo en aumento, pasando de 4,2% en mayo a 4,3% en junio.
Sin embargo, la narrativa no se limita a cifras económicas. El presidente Donald Trump ha intensificado su campaña contra Jerome Powell, presidente de la Fed, exigiendo su renuncia inmediata y promoviendo investigaciones sobre supuestas irregularidades en la gestión del edificio de la Fed. Este enfrentamiento ha añadido una capa de incertidumbre política que pone en jaque la independencia tradicionalmente valorada de la entidad monetaria.
Desde una óptica política, los republicanos han sorteado resistencias internas para avanzar en la votación de una reforma tributaria y fiscal que podría modificar sustancialmente el panorama económico nacional. Mientras tanto, las negociaciones comerciales internacionales también reflejan tensiones: el acuerdo anunciado entre Estados Unidos y Vietnam, que implica la eliminación de aranceles estadounidenses a productos vietnamitas y la imposición de aranceles reducidos para bienes en tránsito, ha generado advertencias desde China, que ve en estas medidas un potencial atentado a sus intereses.
En el ámbito financiero, la volatilidad no se ha circunscrito a Wall Street. En Londres, la libra esterlina y los bonos gubernamentales han sufrido un castigo tras dudas sobre la continuidad de la ministra de Finanzas Rachel Reeves, en medio de un debate sobre la sostenibilidad del gasto social.
El cobre, metal estratégico para economías como la chilena, también ha experimentado fluctuaciones. Tras superar brevemente los US$10.000 por tonelada, su precio ha retrocedido levemente, influenciado por la acumulación de inventarios en Estados Unidos y la expectativa de ajustes arancelarios.
Diversas voces se han alzado en este complejo escenario:
- Desde el sector empresarial, algunos ven en la desaceleración una oportunidad para que la Fed flexibilice su política, apuntando a un estímulo que reactive la inversión.
- Analistas críticos advierten que la presión política sobre la Fed podría socavar la confianza en las instituciones y generar efectos adversos a largo plazo.
- Ciudadanos y movimientos sociales expresan preocupación por el impacto de las reformas fiscales y comerciales en la desigualdad y la protección social.
En definitiva, este episodio revela un choque de fuerzas donde la economía, la política y la geopolítica convergen en un escenario de incertidumbre y transformación. Como señala el economista chileno José Manuel Martínez, "la independencia de la Fed es un baluarte para la estabilidad financiera global; cualquier erosión de esta puede tener consecuencias profundas y duraderas".
Verdades que emergen:
- La economía estadounidense muestra signos claros de desaceleración que justifican una revisión de la política monetaria.
- La independencia de la Reserva Federal está siendo cuestionada por actores políticos, lo que podría afectar la percepción de estabilidad.
- Las decisiones en Washington tienen efectos que trascienden fronteras, impactando mercados emergentes y relaciones comerciales.
Consecuencias visibles:
- Un mercado financiero que navega entre optimismo y cautela.
- Tensión política que pone en jaque la autonomía de instituciones clave.
- Un escenario global que exige adaptación y vigilancia constante por parte de actores económicos y sociales.
Este capítulo, lejos de cerrarse, invita a una reflexión profunda sobre el equilibrio entre política y economía, y sobre cómo las decisiones tomadas hoy configuran el futuro inmediato y la arquitectura del poder global.