
El pasado 1 de julio de 2025, el expresidente Donald Trump lanzó una serie de declaraciones que han escalado la tensión política en Estados Unidos y, en particular, en la ciudad de Nueva York. Trump amenazó con arrestar a Zohran Mamdani, candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York, y revocar su ciudadanía estadounidense. Este episodio no solo refleja la polarización política en la Gran Manzana, sino que también abre una discusión profunda sobre la ciudadanía, los derechos civiles y la retórica política en la era post-Trump.
Zohran Mamdani, un joven político de 33 años, nacido en Uganda y naturalizado estadounidense en 2018, ganó las primarias demócratas para alcalde de Nueva York con un 56% de los votos. Su discurso progresista, que incluye la defensa de los derechos de inmigrantes y comunidades marginadas, ha sido recibido con entusiasmo por amplios sectores, pero también con rechazo frontal por parte de figuras conservadoras y la administración Trump.
El detonante fue una declaración de Mamdani tras su victoria primaria, en la que aseguró que impediría que agentes enmascarados de ICE (Inmigración y Control de Aduanas) deportaran a vecinos. “El martes pasado, los demócratas se expresaron con claridad, proponiendo un mandato a favor de una ciudad asequible, una política de futuro y un líder que no teme luchar contra el creciente autoritarismo”, afirmó Mamdani.
Sin embargo, Trump respondió con dureza: “No necesitamos un comunista en este país, pero si lo tenemos, lo vigilaré con mucho cuidado en nombre de la nación”. Además, insinuó que Mamdani podría estar en el país de manera ilegal, a pesar de ser un ciudadano naturalizado, y amenazó con arrestarlo si no cumplía con lo que él considera “lo correcto”.
Desde el ala conservadora, el congresista republicano Andy Ogles, de Tennessee, pidió formalmente la revocación de la ciudadanía de Mamdani, acusándolo de haber ocultado supuestos vínculos con el terrorismo durante su proceso de naturalización. Como evidencia, citó una canción de rap del candidato y su apoyo abierto a causas palestinas, calificándolo de antisemita y comunista.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, afirmó que si estas acusaciones fueran ciertas, deberían investigarse. Esta postura ha sido interpretada por críticos como un aval tácito a la ofensiva contra Mamdani.
Por su parte, Mamdani denunció la campaña en su contra como un intento de intimidación y un ataque a la democracia: “Si alzan la voz, vendrán a por ustedes. No aceptaremos esta intimidación”, dijo en un comunicado.
En el terreno social, la controversia ha desatado episodios de islamofobia y discursos polarizantes que reflejan las tensiones raciales, religiosas y políticas que atraviesan a Estados Unidos.
Este enfrentamiento pone en evidencia la complejidad de la política migratoria y de ciudadanía en Estados Unidos, especialmente cuando se mezclan con la retórica política agresiva y las campañas electorales. La amenaza presidencial de desnaturalización y arresto, sin base judicial clara hasta ahora, representa un uso inédito y polémico del poder político para influir en elecciones locales.
Además, la utilización de acusaciones relacionadas con terrorismo y comunismo, sin pruebas concluyentes, alimenta la fragmentación social y la desconfianza hacia las instituciones.
Desde una mirada más amplia, este caso refleja cómo las disputas políticas locales pueden convertirse en escenarios de batallas simbólicas nacionales, donde se ponen en juego conceptos fundamentales como la ciudadanía, la libertad de expresión y la justicia.
- Zohran Mamdani es ciudadano estadounidense naturalizado y ganador legítimo de las primarias demócratas para alcalde de Nueva York.
- No existen hasta la fecha pruebas judiciales que respalden las acusaciones de ilegalidad o apoyo al terrorismo contra Mamdani.
- La escalada retórica desde la administración Trump y sectores conservadores ha profundizado la polarización y generado un clima de tensión social y política.
En definitiva, la historia de Mamdani y Trump es un microcosmos de las luchas políticas actuales en Estados Unidos, donde se confrontan visiones de país, ciudadanía y poder, con consecuencias que van más allá de una elección local y que invitan a la reflexión sobre los límites del discurso político y el respeto a los derechos fundamentales.