China y Japón en disputa abierta: un pulso geopolítico con Taiwán como epicentro

China y Japón en disputa abierta: un pulso geopolítico con Taiwán como epicentro
Internacional
América Latina
2025-11-24
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- China presiona en la ONU para que el mundo elija bando en la disputa por Taiwán.

- Japón mantiene una postura firme bajo la nueva primera ministra Takaichi, sin retroceder en sus declaraciones.

- Estados Unidos y otros actores globales calibran sus respuestas en un escenario de alta tensión regional y global.

En el escenario de la rivalidad asiática, China y Japón han encendido un foco de tensión que trasciende la retórica y se asoma a un futuro incierto con Taiwán como línea roja.

El 7 de noviembre de 2025, la primera ministra japonesa Sanae Takaichi declaró en el Parlamento que un intento chino de apoderarse de Taiwán podría representar "una amenaza existencial" para Japón, justificando un posible despliegue militar nipón. Esta afirmación, lejos de ser una mera declaración, ha desencadenado una serie de reacciones que configuran un pulso geopolítico con múltiples dimensiones.

China respondió con una carta oficial al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el pasado 21 de noviembre, acusando a Japón de violar el derecho internacional y advirtiendo que cualquier intervención militar japonesa en el estrecho de Taiwán sería considerada un acto de agresión. Esta misiva no solo amplía la disputa bilateral al ámbito multilateral, sino que también busca consolidar una narrativa legal que justifique futuras acciones chinas, incluyendo la posibilidad de ataques directos contra activos japoneses sin autorización del Consejo de Seguridad.

Desde Pekín, el enviado Fu Cong sostuvo que "China ejercerá de manera resuelta su derecho a la autodefensa bajo la Carta de la ONU y defenderá firmemente su soberanía e integridad territorial", mientras la diplomacia china despliega una ofensiva para aislar a Japón y advertir a otras democracias sobre las consecuencias de apoyar a Taiwán.

Por su parte, Japón ha mantenido una línea firme sin retractarse. Kitamura Toshihiro, director general de Prensa y Diplomacia Pública del Ministerio de Exteriores japonés, afirmó que "la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán son importantes no solo para la seguridad de Japón, sino también para la estabilidad de la comunidad internacional en su conjunto". La primera ministra Takaichi, conocida por su postura ultraconservadora y nacionalista, ha acelerado el gasto militar y promovido una agenda de defensa más robusta, reflejo de un Japón que busca mayor autonomía estratégica.

El contexto histórico pesa con fuerza. La memoria de la agresión japonesa en Asia durante la Segunda Guerra Mundial sigue siendo un factor sensible para China, que ha utilizado este pasado para cuestionar las intenciones niponas y reforzar su narrativa nacionalista. La reciente conmemoración del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Sino-Japonesa fue acompañada por un desfile militar y una campaña oficial para promover una "visión correcta de la historia".

En el plano internacional, Estados Unidos juega un rol crucial. Aunque el ex presidente Joe Biden ha reiterado el compromiso estadounidense de defender Taiwán ante cualquier ataque, China ha calibrado cuidadosamente sus respuestas para no provocar una escalada directa con Washington, enfocando su presión en Japón, país con mayor dependencia económica del gigante asiático.

William Yang, analista senior en International Crisis Group, señala que "China quiere medir cuánto apoyo concreto estaría dispuesta a ofrecer la administración Trump a Japón". La reciente llamada telefónica entre Xi Jinping y Donald Trump sobre Taiwán subraya la delicadeza del momento y el interés de ambas potencias en evitar un conflicto abierto, aunque sin ceder en sus posiciones.

En la arena diplomática, la carta china en la ONU obliga a los países a posicionarse o a guardar silencio. Como explica Alicia García Herrero, economista jefe para Asia Pacífico en Natixis SA, "el silencio para China significa aquiescencia, aceptación". La mayoría de los países en desarrollo del Sur Global han mostrado simpatía por la postura china, mientras que Estados Unidos es el único gran actor que ha manifestado apoyo explícito a Tokio.

El enfrentamiento también tiene una dimensión interna para ambos países. Para China, la firmeza frente a Japón en el tema de Taiwán fortalece la imagen del presidente Xi Jinping como un líder que no cede ante un rival histórico, mientras que para Takaichi y el Partido Liberal Demócrata japonés, la postura dura responde a la presión de sectores nacionalistas y conservadores que demandan mayor seguridad frente a la amenaza china.

Sin embargo, la situación no está exenta de riesgos. Las maniobras militares chinas, las patrullas en zonas disputadas, las sanciones económicas y el aumento del discurso nacionalista en ambos lados alimentan un clima que podría derivar en un conflicto abierto si no se gestionan con prudencia.

Conclusiones:

- La disputa entre China y Japón por Taiwán ha escalado más allá de la retórica, alcanzando el ámbito diplomático internacional y amenazando la estabilidad regional.

- La firmeza de Japón, bajo el liderazgo de Takaichi, rompe con la ambigüedad estratégica tradicional, mientras China refuerza su narrativa legal para justificar posibles acciones militares.

- Estados Unidos y otros actores globales enfrentan un dilema complejo que combina compromisos de defensa, intereses económicos y la necesidad de evitar una guerra mayor.

- La historia y el nacionalismo juegan un papel fundamental, complicando la búsqueda de soluciones pacíficas.

Este episodio revela la fragilidad del orden internacional en Asia Oriental y la dificultad para contener rivalidades que involucran memoria histórica, soberanía y seguridad nacional. La atención global debe centrarse no solo en el desarrollo inmediato de los hechos, sino en sus consecuencias a mediano y largo plazo para la paz y la estabilidad mundial.

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Fuentes consultadas: Diario Financiero (Bloomberg), El País, International Crisis Group, declaraciones oficiales de gobiernos de China y Japón, análisis de expertos en seguridad internacional.