Prórroga del estado de excepción en la Macrozona Sur: continuidad y fracturas en un conflicto sin cierre

Prórroga del estado de excepción en la Macrozona Sur: continuidad y fracturas en un conflicto sin cierre
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-24
Fuentes
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- Prórroga del estado de excepción aprobada con amplia mayoría en la Cámara de Diputados.

- Multiplicidad de voces que evidencian la polarización política y social.

- Persistencia de la violencia y cuestionamientos sobre eficacia y derechos constitucionales.

Un pulso político y social que no cede. El pasado 24 de noviembre, la Cámara de Diputados aprobó con 86 votos a favor, 19 en contra y 9 abstenciones la prórroga del estado de excepción constitucional en la Macrozona Sur, que abarca la Región de La Araucanía y las provincias de Arauco y Biobío. Esta medida, vigente desde mayo de 2022, se renueva por 63ª vez, reflejando la persistencia de un conflicto que desafía las soluciones tradicionales.

La mirada desde el Congreso: entre la urgencia y la crítica

El debate parlamentario expuso una vez más la fractura que atraviesa el país respecto a la estrategia para abordar la violencia rural. Por un lado, diputados como Miguel Mellado (RN) alertaron sobre la escalada de atentados, señalando que 'todavía no termina noviembre y ya se registran siete atentados terroristas en la Macrozona Sur, un promedio de uno cada tres días'. Esta perspectiva sostiene que la prórroga es necesaria para contener la violencia y proteger a las comunidades afectadas.

En cambio, voces como Johannes Kaiser (Partido Nacional Liberal) denunciaron que el estado de excepción se ha convertido en un mecanismo permanente que 'viola sistemáticamente los derechos constitucionales de los ciudadanos, contraviniendo el espíritu mismo de esta medida excepcional'. Este enfoque critica la militarización prolongada y exige un replanteamiento profundo de la política pública.

Desde la centroizquierda, el diputado Leonardo Soto (PS) reconoció el recrudecimiento de episodios violentos recientes, especialmente incendios en diversas localidades, pero también llamó a 'evaluar objetivamente lo que se ha hecho y buscar espacios de mejora'. Esta posición intenta equilibrar la necesidad de seguridad con la defensa de los derechos y la búsqueda de soluciones estructurales.

El Ejecutivo y las cifras: un descenso relativo, pero hechos recientes inquietantes

El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, defendió la continuidad del estado de excepción basándose en datos comparativos. 'Al 9 de noviembre de 2017, había 349 eventos de violencia rural en la zona; a la fecha, llevamos 299, con una reducción del 31% respecto a ese año y del 70% en relación a 2021, el peor año registrado'. Sin embargo, reconoció que 'los hechos recientes, a fines de octubre y principios de noviembre, son inaceptables y requieren atención'.

Esta ambivalencia evidencia la dificultad para equilibrar las cifras con la percepción social y política, donde los episodios violentos recientes alimentan la sensación de crisis permanente.

Voces ciudadanas y el impacto regional

En las comunidades de la Macrozona Sur, la prórroga del estado de excepción genera sentimientos encontrados. Algunos sectores valoran la presencia militar como un escudo frente a la violencia, mientras que otros denuncian que la medida profundiza la desconfianza, el estigma y la vulneración de derechos, especialmente entre la población mapuche.

Organizaciones sociales y de derechos humanos han insistido en la necesidad de abordar las causas estructurales del conflicto, como la desigualdad, la falta de reconocimiento territorial y la ausencia de diálogo efectivo. La continuidad del estado de excepción, sin una estrategia integral, podría perpetuar el ciclo de violencia y desconfianza.

Constataciones finales

La prórroga del estado de excepción en la Macrozona Sur se inscribe en un escenario donde la violencia rural persiste, pero con dinámicas complejas y contradictorias. La medida sigue siendo un recurso clave para el Estado, aunque cuestionado por sectores políticos y sociales que advierten sobre sus impactos en derechos y legitimidad.

El desafío que enfrenta Chile es mayúsculo: cómo transitar desde una gestión de crisis permanente hacia una solución que combine seguridad, justicia, reconocimiento cultural y desarrollo. La narrativa oficial y la oposición exhiben disonancias que no se resolverán con renovaciones automáticas, sino con un debate profundo y plural que incorpore las voces de quienes habitan la Macrozona Sur.

En este escenario, la prórroga aprobada es solo un capítulo más de una tragedia social que sigue en curso, donde el espectador observa cómo los protagonistas, con sus aciertos y errores, enfrentan un conflicto que no encuentra todavía su desenlace.