Brad Pitt demanda a Angelina Jolie por 35 millones de dólares: La disputa por los viñedos que no termina

Una batalla legal que se extiende más allá de la fama y el glamour. Desde 2021, Brad Pitt y Angelina Jolie mantienen una disputa judicial por la venta de su participación en el Château Miraval, un viñedo emblemático en la Provenza francesa que simbolizó tanto su unión como su posterior ruptura. La demanda presentada por Pitt en 2022, en la que reclama 35 millones de dólares por daños y perjuicios, no solo ha reavivado viejas tensiones sino que ha revelado un entramado de acusaciones y defensas cruzadas que ilustran las complejidades de un divorcio que ha trascendido lo personal para instalarse en los tribunales.

El origen del conflicto se remonta a 2008, cuando la pareja compró conjuntamente la propiedad, que además fue escenario de su matrimonio en 2014. Sin embargo, en 2021, Jolie vendió su parte a Tenute del Mondo, división del Grupo Stoli, sin el consentimiento de Pitt, según afirma él. Esta operación desató una cascada de demandas y contrademandas, donde Pitt sostiene la existencia de un acuerdo previo que prohibía la venta unilateral, mientras que Jolie niega tal pacto y argumenta que la venta fue una forma de cerrar un capítulo doloroso y buscar independencia financiera.

Las voces en disputa no se limitan a los protagonistas. Desde la perspectiva legal de Pitt, la venta fue un acto de “venganza” tras un fallo de custodia adverso, que casi destruye un proyecto empresarial en el que había invertido tiempo y dinero. Por otro lado, la defensa de Jolie acusa a Pitt de intentar “acallar” a su exesposa mediante acuerdos de confidencialidad relacionados con acusaciones de abuso y encubrimiento, que se remontan a un incidente investigado por el FBI en 2016.

La disputa ha tenido capítulos recientes: en junio de 2025, Pitt presentó documentos alegando que el empresario Alexey Oliynik, vinculado a la compra, posee información clave para demostrar la supuesta mala fe de Jolie, aunque Oliynik se ha negado a colaborar alegando jurisdicción suiza.

Desde el punto de vista social y mediático, esta batalla judicial ha sido un espectáculo que refleja las tensiones entre la privacidad y la exposición pública que enfrentan las figuras de alto perfil. Mientras la prensa internacional cubre cada movimiento, los hijos de la expareja mantienen distancia y han optado por apartarse del apellido paterno, según rumores no confirmados.

Conclusiones y consecuencias visibles:
- La disputa por el Château Miraval es más que un conflicto por una propiedad; es un reflejo de heridas personales aún abiertas y de la complejidad de las relaciones en la esfera pública.
- La demanda de 35 millones de dólares pone en evidencia cómo los acuerdos informales pueden derivar en litigios prolongados cuando no están claramente establecidos.
- Las acusaciones cruzadas sobre abuso, encubrimiento y venganza muestran la dificultad de separar lo personal de lo legal en casos de alto perfil.
- A pesar del divorcio formalizado en diciembre de 2024, el litigio continúa, con una próxima audiencia pública programada para el 17 de diciembre de 2025.

Este caso invita a reflexionar sobre los límites entre la vida privada y la pública, la gestión de conflictos en relaciones complejas y el impacto de la fama en procesos legales que, en esencia, son profundamente humanos y dolorosos. La historia de Pitt y Jolie, lejos de concluir, sigue desplegándose en un escenario donde cada acto legal es también una escena más de un drama que cautiva y conmueve a la opinión pública mundial.