Estados Unidos y la encrucijada iraní: ¿Intervención o contención? : Un año después, las tensiones persisten y las consecuencias se revelan

Estados Unidos y la encrucijada iraní: ¿Intervención o contención? : Un año después, las tensiones persisten y las consecuencias se revelan
Internacional
América Latina
2025-11-25
Fuentes
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- Decisión pendiente: EE.UU. mantiene la opción de intervenir militarmente en Irán desde mediados de 2025.

- Multiplicidad de voces: desde Washington, Teherán y América Latina, una disputa con profundas implicancias geopolíticas.

- Consecuencias visibles: sanciones prolongadas, impacto en mercados energéticos y polarización regional.

Desde que a mediados de junio de 2025 el gobierno de Estados Unidos evaluó una posible intervención militar en Irán, el mundo ha observado con atención una dinámica que, aunque no ha desembocado en un conflicto abierto, ha transformado el tablero geopolítico y económico global.El 21 de junio, fuentes oficiales confirmaron que el presidente estadounidense estaba sopesando una acción directa contra Irán, decisión que resonó en múltiples capitales y generó una oleada de debates y pronósticos.

En Washington, la discusión interna ha oscilado entre quienes promueven una postura de firmeza para contener la influencia iraní en Medio Oriente y quienes advierten sobre los riesgos de un nuevo conflicto bélico. Un analista del Consejo de Seguridad Nacional señaló en agosto que "una intervención podría desatar una crisis regional de consecuencias imprevisibles". Por otro lado, sectores políticos y sociales en Estados Unidos han manifestado preocupación por el desgaste que una guerra implicaría, especialmente tras años de conflictos en la región.

Desde Teherán, la reacción ha sido de resistencia y advertencia. El gobierno iraní ha reforzado sus capacidades militares y ha intensificado su retórica antiestadounidense, al tiempo que busca fortalecer alianzas estratégicas con potencias como Rusia y China. Este movimiento ha sido interpretado por expertos como un intento de disuadir cualquier acción directa y asegurar su supervivencia política.

En América Latina, la situación ha generado un debate sobre la soberanía y la influencia externa. Países como Chile han seguido con atención el desarrollo, conscientes de que las fluctuaciones en los precios del petróleo y el gas impactan directamente en sus economías. El académico chileno Juan Morales afirmó en septiembre que "la región no es un espectador pasivo; las decisiones en Medio Oriente repercuten en nuestra estabilidad energética y política".

Las sanciones económicas impuestas a Irán se han mantenido y endurecido, afectando no solo al país persa sino también a terceros actores comerciales. Esto ha generado un efecto dominó que ha tensionado las relaciones internacionales y ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema multilateral.

Las voces dentro de Irán, desde activistas hasta sectores moderados, han expresado preocupación por las consecuencias humanitarias y sociales de esta escalada. Una activista iraní declaró a medios internacionales en octubre que "la población civil sufre las consecuencias de decisiones que escapan a su control", recordando que detrás de los discursos políticos hay vidas en juego.

Al cierre de noviembre, la situación permanece en un delicado equilibrio. La opción militar estadounidense sigue sobre la mesa, aunque con menor ruido público, mientras que Irán continúa su estrategia de resistencia y fortalecimiento. La comunidad internacional, incluida América Latina, observa y se prepara para escenarios diversos.

Las verdades que emergen de este año de tensión son claras: la política exterior estadounidense enfrenta un dilema entre acción y contención; Irán no cede terreno ni en su discurso ni en su postura estratégica; y la región latinoamericana, aunque distante geográficamente, no está exenta de las repercusiones económicas y políticas.

En definitiva, el futuro de esta crisis dependerá tanto de decisiones políticas como de la capacidad de los actores para evitar un conflicto abierto que podría desatar consecuencias globales difíciles de controlar.