
Un desafío en el tablero global. El presidente colombiano Gustavo Petro anunció el 2 de noviembre de 2025 que regresaría a Nueva York para asumir el asiento de Colombia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pese a las sanciones impuestas por Estados Unidos en su contra. Esta decisión no solo representa un gesto simbólico, sino un acto de resistencia diplomática que pone en jaque las restricciones impuestas desde Washington y proyecta a Colombia como un actor activo en la crisis de Medio Oriente.
Desde el inicio de su gira por Oriente Medio, Petro se reunió con líderes clave —como el príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman, el presidente de Egipto Abdelfatah Al Sisi y el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas— para consolidar una posición de apoyo al pueblo palestino y articular una propuesta de ayuda humanitaria y reconstrucción para Gaza. En una entrevista con Al Jazeera, adelantó que Colombia ofrecerá a Palestina un escaño en el Consejo de Seguridad, un espacio tradicionalmente vetado para actores no estatales.
Perspectivas encontradas: un tablero dividido
Desde la óptica estadounidense, las sanciones contra Petro obedecen a su apoyo explícito a Palestina y a sus críticas a la política israelí, lo que ha sido interpretado como un desafío a la hegemonía estadounidense en la región. La cancelación de su visa y la inclusión en listas vinculadas al narcotráfico buscan limitar su capacidad de acción internacional. Marco Rubio, secretario de Estado, afirmó que estas medidas son necesarias para preservar la seguridad y la estabilidad regional.
En contraste, sectores progresistas en América Latina y voces críticas al intervencionismo estadounidense interpretan la postura de Petro como un acto legítimo de soberanía y una reivindicación de la autonomía diplomática regional. La abogada y analista política chilena Susana Borzutzky señala que “estas sanciones reflejan un intento de silenciar las voces que cuestionan el orden internacional impuesto”.
Impacto regional y social
En Colombia y otros países latinoamericanos, la iniciativa de Petro ha generado un debate intenso. Por un lado, hay quienes celebran que un país de la región tome un rol activo en un escenario tan complejo, buscando dar visibilidad a las víctimas palestinas y promover una solución pacífica. Por otro, sectores conservadores y empresariales advierten sobre los riesgos de una confrontación directa con Estados Unidos y el posible aislamiento internacional.
En Gaza, la promesa colombiana de enviar ayuda médica y experiencia en prótesis para niños afectados por el conflicto es recibida con esperanza, aunque con escepticismo ante la magnitud de la crisis humanitaria. Un voluntario palestino expresó: “Cualquier apoyo es valioso, pero la solución duradera debe ser política”.
Conclusiones y consecuencias
Este episodio revela varias verdades irrefutables: la creciente complejidad del orden mundial, donde actores regionales emergen para desafiar las narrativas dominantes; la persistencia del conflicto en Medio Oriente como un foco que moviliza alianzas y tensiones globales; y la dificultad de separar la diplomacia de las sanciones y presiones políticas.
La determinación de Petro de no ceder ante las sanciones y de buscar un espacio para la voz palestina en el Consejo de Seguridad pone en evidencia que el ciclo tradicional de poder y veto en Naciones Unidas está siendo cuestionado desde nuevos frentes. Sin embargo, esta audacia también genera riesgos palpables para Colombia en su relación con Estados Unidos y en su inserción internacional.
Finalmente, el gesto colombiano invita a reflexionar sobre la naturaleza de la diplomacia contemporánea: un escenario donde la integridad, la resistencia y la búsqueda de justicia se enfrentan a la realpolitik y a los intereses geoestratégicos. En este coliseo global, los actores no solo luchan por posiciones, sino por narrativas que definan el futuro del conflicto y el equilibrio de poder.
Fuentes: El País América Colombia, Al Jazeera, declaraciones oficiales del gobierno colombiano y análisis de expertos en relaciones internacionales.
2025-06-19
2025-10-14