El Reacomodo de las Derechas: Radiografía de la Tensión Estratégica entre Kast, Kaiser y Matthei

El Reacomodo de las Derechas: Radiografía de la Tensión Estratégica entre Kast, Kaiser y Matthei
2025-07-12
  • La consolidación de Kast: El candidato republicano capitaliza el desinfle de Kaiser y suma figuras clave como Rodolfo Carter, proyectando una imagen de hegemonía en la nueva derecha.
  • La fractura expuesta: Las candidaturas de la derecha se enfrascan en una guerra de guerrillas, con ataques programáticos, defensas inesperadas y gestos calculados para dividir al electorado del sector.
  • La batalla por el relato: Chile Vamos apela a la experiencia y la gobernabilidad como dique de contención, mientras la nueva derecha explota con éxito un discurso de mano dura y ruptura con la élite política tradicional.

Inicio Contextualizado: Más Allá de la Coyuntura

A varios meses de que se definan las candidaturas presidenciales, el mapa político de la derecha chilena ha dejado de ser un terreno monolítico. Lo que a principios de año parecía una competencia tripartita, hoy se ha decantado en una compleja partida de ajedrez donde dos fuerzas principales —la derecha tradicional de Chile Vamos encarnada en Evelyn Matthei y la nueva derecha consolidada en torno a José Antonio Kast— luchan por el alma y, sobre todo, los votos del sector. En medio, la figura de Johannes Kaiser ha pasado de ser la gran novedad a un factor de desequilibrio cuyo peso electoral se ha convertido en un botín en disputa, evidenciando una reconfiguración profunda que trasciende las encuestas semanales.

Desarrollo Analítico: Del Auge a la Reconfiguración

El primer semestre de 2025 fue testigo de una notable evolución. Johannes Kaiser, quien irrumpió con fuerza capitalizando un voto libertario y anti-establishment, vio cómo su "efecto novedad" comenzaba a diluirse hacia abril. Su estancamiento en los sondeos, bajando de un 15% a un 12% en mediciones como Cadem, lo obligó a un rediseño de campaña, intentando pasar de la retórica a las propuestas programáticas en un esfuerzo por demostrar solidez.

Este declive fue directamente proporcional al ascenso de José Antonio Kast. Figuras del propio Chile Vamos, como el presidente de RN, Rodrigo Galilea, reconocieron en junio la existencia de un claro "trasvasije" de votos desde Kaiser hacia el abanderado republicano. Este movimiento no fue espontáneo; se vio reforzado por una estrategia de Kast orientada a consolidar su posición como el líder indiscutido del ala más dura del sector. El golpe de efecto más visible fue la incorporación del mediático exalcalde de La Florida, Rodolfo Carter, a su comando. Carter, definiéndose como un "obrero en la reconstrucción de Chile", aportó un rostro conocido y un discurso enfocado casi exclusivamente en la seguridad, un ancla temática de alta rentabilidad electoral.

La polarización también jugó un rol clave. Episodios como la exhibición de muñecos con los rostros de Kast y Kaiser colgados frente a La Moneda, difundida por las Juventudes Comunistas en mayo, fueron utilizados por ambos candidatos para reforzar su narrativa de víctimas de la "violencia y el odio" de la izquierda, cohesionando a sus bases.

Perspectivas Contrastadas: Tres Estrategias en Colisión

La lucha por la hegemonía de la derecha se libra en tres frentes con lógicas distintas, aunque interconectadas:

  • El Proyecto Kast: Su estrategia se centra en la consolidación y la expansión. Al absorber el voto de Kaiser y sumar a Carter, Kast busca presentarse no como una alternativa, sino como el relevo natural de una derecha tradicional que percibe como débil. Su campaña, criticada desde el comando de Matthei por ser "buenos títulos" con "poca sustancia", se enfoca en mensajes claros y directos sobre orden, seguridad y patriotismo, evitando complejidades programáticas en favor de la contundencia publicitaria.
  • La Resistencia de Kaiser: A pesar de su caída en las encuestas y admitidas dificultades económicas, Kaiser ha insistido en que no depondrá su candidatura. Su rol ha mutado al de un guardián ideológico del liberalismo más doctrinario. Su discurso, a menudo más radical que el de Kast —como su disposición a apoyar un nuevo golpe de Estado—, lo mantiene como un actor disruptivo. Para sus rivales, su permanencia es un arma de doble filo: fragmenta el voto de la derecha más dura, pero también mantiene vivos debates que incomodan a todo el sector.
  • La Contraofensiva de Matthei: Desde Chile Vamos, la estrategia es la diferenciación por la experiencia. El equipo de Matthei, a través de voceros como Juan Luis Ossa, ha buscado enmarcar la elección como una decisión entre la "experiencia en el Estado" y el populismo efectista. La coalición tradicional intenta hablarle a un centro político y a una centroizquierda desencantada, posicionándose como la única opción con capacidad real de gobernar. En este juego, han desplegado tácticas sorprendentes, como las declaraciones de la propia Matthei afirmando que Kaiser le parecía "mucho más respetuoso con las mujeres" que Kast, en un claro intento por sembrar discordia entre sus adversarios. La inesperada defensa del diputado RN Diego Schalper a Kaiser frente a la arremetida del PS para destituirlo, puede leerse en esta misma clave: mantener a Kaiser en la carrera es, quizás, la mejor forma de frenar a Kast.

Contexto Estructural: El Eco del Chile Post-2019

Este reordenamiento no es un capricho electoral. Es la consecuencia directa de la crisis de representación que afectó a los partidos tradicionales tras el estallido social de 2019. El fracaso de los dos procesos constitucionales y una persistente crisis de seguridad crearon un terreno fértil para discursos que prometen orden y autoridad por sobre los consensos. El Partido Republicano ya había demostrado su capacidad para capitalizar este descontento en elecciones anteriores. Lo que vemos ahora es la fase de consolidación de ese proyecto, que busca no solo competir, sino reemplazar a la derecha histórica que gobernó el país en las últimas décadas.

Estado Actual: Una Batalla Abierta

El escenario actual de la derecha es de una tensión dinámica y de final incierto. La hegemonía está en disputa. José Antonio Kast ha logrado posicionarse como el retador más fuerte, construyendo una coalición que presiona a Chile Vamos desde sus cimientos. Evelyn Matthei y su conglomerado se ven forzados a una campaña defensiva y a la vez creativa, buscando contener la fuga de votos por su derecha sin perder el centro. Johannes Kaiser, por su parte, se aferra a su trinchera ideológica, consciente de que, aunque sus posibilidades de llegar a La Moneda son escasas, los votos que representa pueden ser decisivos para inclinar la balanza final. La batalla por el alma de la derecha chilena está en pleno desarrollo, y su desenlace definirá no solo al candidato del sector, sino el propio futuro de su identidad política.

La historia documenta la reconfiguración de un sector político clave, mostrando la tensión entre las facciones tradicionales y los nuevos liderazgos populistas. Permite analizar la evolución de las estrategias de campaña, las alianzas emergentes y las fracturas internas que definen el panorama electoral. El tema ha madurado lo suficiente para observar las consecuencias de estos movimientos y ofrece una narrativa rica en debates ideológicos, cambios en la percepción pública y la lucha por la hegemonía política.