Repunte del crédito empresarial en Chile: un cambio de tendencia con cautela

Repunte del crédito empresarial en Chile: un cambio de tendencia con cautela
Economía
Macroeconomía
2025-11-25
Fuentes
www.latercera.com www.latercera.com cooperativa.cl www.latercera.com cooperativa.cl www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.dw.com

- Incremento moderado en colocaciones crediticias empresariales.

- Expectativas electorales como motor principal del cambio.

- Divergencia de opiniones sobre la profundidad y sostenibilidad del repunte.

Un pequeño movimiento que no es triunfo, pero sí un aviso. Así podría resumirse el reciente repunte del crédito empresarial en Chile, un fenómeno que ha captado la atención de economistas, empresarios y analistas tras meses de estancamiento. Desde comienzos de noviembre, se ha observado un leve aumento en las colocaciones de crédito destinadas a empresas, frente a un escenario que hasta entonces se sostenía principalmente en el consumo privado y comercial. Este giro, aunque tímido, ha sido interpretado por actores clave como un cambio de tendencia auspicioso, pero lejos de un crecimiento vigoroso.

“Hay un poquito más de crédito en las empresas y eso es positivo”, afirmó Eduardo Ebensperger, gerente general de Banco de Chile, tras la junta extraordinaria de accionistas del banco el 10 de noviembre. Su diagnóstico apunta a que este repunte está estrechamente ligado a las expectativas generadas por el ciclo electoral reciente, donde candidatos han puesto el foco en la seguridad y el crecimiento económico, temas que preocupan a todos los sectores.

Perspectivas encontradas: optimismo cauteloso versus prudencia

Desde el sector financiero, la lectura es que el aumento en la demanda de crédito empresarial responde a una mayor confianza en el futuro cercano, aunque sin euforia. “No hay que cantar victoria porque no hay un crecimiento fuerte, sino un cambio de tendencia”, advierte Ebensperger, subrayando que aún no se ha desatado un proceso sólido de inversión que impulse la cadena productiva, el empleo y los salarios.

En contraste, algunos economistas y actores del mundo empresarial mantienen una postura más escéptica. Señalan que el incremento es marginal y que la incertidumbre política, pese al cierre del proceso electoral, sigue latente, lo que limita decisiones de inversión mayores. Además, recuerdan que el crédito para consumo ha sido históricamente más dinámico que el destinado a inversión productiva, lo que puede distorsionar la percepción de recuperación económica.

Regionalismo y voces ciudadanas: ¿quién siente el cambio?

En regiones, las reacciones son mixtas. En centros industriales y agrícolas del sur y centro del país, algunos empresarios reportan mayor disponibilidad de financiamiento para proyectos, aunque advierten que los costos crediticios y la burocracia siguen siendo barreras importantes. En contraste, pequeñas y medianas empresas en zonas más periféricas expresan que el acceso al crédito sigue siendo restringido y que las condiciones macroeconómicas no han mejorado significativamente para ellos.

Desde la sociedad civil, organizaciones de consumidores y expertos en desarrollo económico critican que el repunte del crédito no se traduzca aún en mejoras concretas para la clase media y los sectores vulnerables. “El crédito debe ser una herramienta para reactivar la economía real, no solo para sostener el consumo o la especulación financiera”, señalan.

Elecciones y expectativas: el motor invisible

El vínculo entre el repunte crediticio y el ciclo electoral es un punto clave para entender la dinámica reciente. Los candidatos presidenciales y parlamentarios han puesto en la palestra temas como la seguridad, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, generando un ambiente de expectativas que ha impulsado cierta confianza en el sector empresarial.

Las perspectivas oficiales para el crecimiento económico en 2026 oscilan entre un 2,2% y 2,5%, según analistas, un rango modesto pero esperanzador. Sin embargo, la consolidación de estas expectativas dependerá de la implementación efectiva de políticas públicas y de la estabilidad política post-electoral.

Conclusiones: un cambio de rumbo aún en construcción

Este pequeño repunte del crédito empresarial en Chile es una señal alentadora, pero no un punto de inflexión definitivo. Las expectativas electorales han jugado un papel decisivo en este fenómeno, pero la economía real aún espera señales más concretas de inversión y crecimiento sostenido.

La diversidad de perspectivas revela una economía en tensión entre la esperanza y la prudencia. El desafío para el próximo gobierno y el sector privado será transformar esta leve mejoría en un impulso robusto que impacte en la productividad, el empleo y la calidad de vida de los ciudadanos.

En definitiva, el crédito empresarial ha dejado de caer y comienza a moverse, pero el camino hacia una recuperación sólida y duradera aún está por escribirse.