La batalla interna del Socialismo Democrático y el PC: ¿Una primaria que define más que candidaturas?

La batalla interna del Socialismo Democrático y el PC: ¿Una primaria que define más que candidaturas?
Actualidad
Política
2025-11-25
Fuentes
www.latercera.com elpais.com elpais.com www.latercera.com cambio21.cl cambio21.cl elpais.com www.latercera.com cambio21.cl cambio21.cl www.latercera.com elpais.com

- Polarización creciente entre Socialismo Democrático y Partido Comunista a días de la primaria.

- Estrategias de desgaste mutuo que revelan tensiones profundas dentro de la izquierda chilena.

- Impacto electoral y riesgos de fractura que podrían favorecer a la derecha en la elección presidencial.

Un duelo en la arena política se ha venido gestando con fuerza desde mediados de junio y, a casi cinco meses de aquella fecha, sus efectos no solo permanecen, sino que se han profundizado y visibilizado con consecuencias que trascienden la mera disputa por una candidatura. El 17 de junio de 2025, el Socialismo Democrático lanzó una ofensiva pública contra Jeannette Jara y el Partido Comunista (PC), a poco más de diez días de la primaria presidencial oficialista.

Orígenes y evolución de la confrontación

La raíz de este enfrentamiento se encuentra en la consolidación de Jeannette Jara como una amenaza electoral para Carolina Tohá, la carta del Socialismo Democrático. Voceros y dirigentes de esta última coalición expresaron abiertamente sus temores de que un triunfo comunista pudiera abrir la puerta a un eventual retorno de la derecha, bajo la lógica del llamado "techo electoral" que limitaría el apoyo a la izquierda más radical.

Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista, afirmó en ese entonces que "Jeannette Jara es una muy buena persona, pero el estigma de ser miembro del PC podría facilitar la tarea de la derecha". Por su parte, Jaime Quintana, presidente del PPD, alertó sobre un posible "riesgo innecesario" basado en un programa económico que calificó de "kirchnerista" y que, a su juicio, podría provocar un colapso similar al ocurrido en Argentina.

Estrategias y respuestas: un juego de desgaste

La reacción del comando de Jara fue mesurada, buscando evitar caer en provocaciones y mantener un discurso de respeto y fraternidad, tal como lo expresó la propia exministra en una entrevista posterior: "Quiero hacer un llamado a que nos tratemos con respeto y elevemos el nivel del debate". Esta prudencia, sin embargo, no logró detener la escalada de críticas desde el Socialismo Democrático, que incluso utilizó la rebaja de la medida cautelar de Daniel Jadue para poner presión sobre el PC, dada la influencia que el exalcalde mantiene en la coalición comunista.

Perspectivas divergentes: ¿fractura o consolidación?

Desde la óptica del Socialismo Democrático, la disputa es una cuestión de sobrevivencia política y de evitar un retroceso en las políticas económicas y sociales del país. Temen que la izquierda radical pueda desestabilizar el escenario político, facilitando la victoria de la derecha en la presidencial.

En cambio, el PC y sus adherentes ven estas críticas como un intento de contener la renovación y el impulso popular que ha experimentado Jara. Además, desestiman que las vinculaciones con figuras como Jadue sean un lastre electoral, argumentando que su base está más conectada con un electorado que busca cambios profundos y no teme a etiquetas tradicionales.

Consecuencias visibles y aprendizajes

La primaria del 29 de junio se convirtió en un test de fuerza que evidenció la fragmentación interna de la izquierda chilena. Más allá del resultado electoral, esta disputa ha dejado en claro que las tensiones ideológicas y estratégicas dentro del oficialismo no solo persisten, sino que podrían influir decisivamente en la gobernabilidad y en la capacidad de articular una propuesta común frente a la derecha.

El desafío para ambos sectores es, entonces, cómo manejar sus diferencias sin que estas se traduzcan en una derrota política más amplia. La experiencia reciente muestra que el desgaste mutuo puede ser funcional a intereses contrarios, y que la fragmentación puede abrir espacios para actores externos.

Reflexión final

Este episodio recuerda que las luchas internas, cuando se tornan públicas y agresivas, no solo son batallas por cargos o candidaturas, sino que reflejan debates profundos sobre el rumbo político y social del país. La izquierda chilena enfrenta hoy el reto de reconciliar sus diferencias para evitar que la fragmentación se convierta en un obstáculo insalvable para sus aspiraciones y para la estabilidad democrática.

Como espectadores de esta contienda, queda claro que la política es también un escenario de tragedia y oportunidad, donde cada movimiento puede cambiar el destino de un proyecto colectivo y, en última instancia, del país entero.