
En un escenario donde la competencia académica se vuelve cada vez más feroz, la Universidad Andrés Bello (UNAB) ha logrado afianzarse como la quinta mejor universidad de Chile y la 43ª en América Latina y el Caribe según el ranking CWUR 2025. Este resultado no solo ratifica su presencia en el podio nacional, sino que también la posiciona como la principal universidad privada no tradicional del país, un dato que invita a repensar las jerarquías tradicionales del sistema de educación superior chileno.
El ranking CWUR, reconocido por su metodología independiente y basada en indicadores objetivos como calidad docente, investigación, empleabilidad y desempeño académico, no se basa en autoevaluaciones institucionales, lo que otorga mayor credibilidad a sus resultados. En este contexto, la UNAB ascendió 16 puestos a nivel global, ubicándose en el lugar 1.129 de un universo de 21.000 instituciones evaluadas.
Desde el ámbito institucional, el presidente de la UNAB, Julio Castro, destacó que "este resultado confirma que estamos en el camino correcto, avanzando con consistencia y compromiso con la excelencia académica y la investigación relevante para los desafíos sociales". Su visión apunta a una universidad que no solo forma profesionales competitivos en un mundo globalizado y tecnológico, sino que también amplía su huella internacional, evidenciado por la reciente adquisición de Post University en Estados Unidos.
Sin embargo, académicos críticos advierten que el crecimiento cuantitativo no siempre se traduce en calidad integral. La profesora María Fernanda Rojas, experta en educación superior, señala que "el énfasis en rankings puede fomentar una carrera por indicadores que no reflejan necesariamente la experiencia estudiantil ni la equidad en el acceso". Esta perspectiva abre un debate sobre la tensión entre la excelencia medible y la justicia social, un dilema recurrente en el sistema universitario chileno.
Por su parte, estudiantes y egresados valoran el reconocimiento como un impulso para mejorar la empleabilidad y la percepción pública. No obstante, algunos expresan preocupación por la posible presión que estos resultados generan sobre la calidad docente y las condiciones laborales en las facultades.
En el ranking nacional, la UNAB sigue a la Pontificia Universidad Católica, Universidad de Chile, Universidad de Concepción y Universidad Técnica Federico Santa María. Este grupo representa la élite académica tradicional, pero la irrupción sostenida de la UNAB como universidad privada no tradicional cuestiona la rigidez de estas categorías.
Este fenómeno refleja una transformación más profunda: la diversificación y expansión del sistema de educación superior chileno, con actores que buscan combinar innovación, internacionalización y pertinencia social. La apuesta de la UNAB por infraestructura moderna y proyectos de investigación aplicada apunta a consolidar un modelo que responda a las demandas de un país en cambio.
La consolidación de la UNAB en el ranking CWUR 2025 es un fenómeno complejo que encarna tanto un logro institucional como un desafío para el sistema universitario chileno. Por un lado, confirma que la excelencia académica puede surgir fuera de los tradicionales centros de poder educativo. Por otro, evidencia las tensiones entre la medición cuantitativa y las dimensiones cualitativas de la educación.
A futuro, será crucial observar cómo esta dinámica impacta en la equidad, calidad y relevancia de la educación superior en Chile, así como en las oportunidades reales para estudiantes de diversos orígenes. La historia de este ascenso está lejos de cerrarse; más bien, invita a un debate profundo y plural sobre qué tipo de universidades queremos y necesitamos para el país.
Fuentes: Ranking CWUR 2025, declaraciones de la Universidad Andrés Bello, análisis de expertos en educación superior, testimonios estudiantiles.
2025-11-08