Corte masivo de luz en el sur de Chile: ¿qué dejó realmente la crisis y cómo se enfrentó?

Corte masivo de luz en el sur de Chile: ¿qué dejó realmente la crisis y cómo se enfrentó?
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-25
Fuentes
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- Más de 180 mil clientes afectados por un corte eléctrico en regiones clave del sur.

- Respuesta estatal y empresarial cuestionada, con críticas desde distintos sectores.

- Impacto social y económico visible semanas después, entre daños y aprendizajes.

Hace cinco meses, un sistema frontal azotó con fuerza el sur de Chile, dejando a más de 180 mil clientes sin suministro eléctrico, principalmente en las regiones del Biobío y La Araucanía. El 15 de junio de 2025, vientos que superaron los 180 km/h derribaron árboles y líneas eléctricas, provocando un apagón masivo que afectó a comunidades urbanas y rurales.

El evento no solo expuso la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica, sino que desató un debate intenso sobre la capacidad de respuesta de las empresas distribuidoras y del Estado.

La tormenta perfecta: naturaleza y fallas estructurales

Desde el inicio, la magnitud del corte fue atribuida a un fenómeno meteorológico excepcional. Sin embargo, expertos y autoridades locales señalaron que la antigüedad y falta de mantenimiento de las redes eléctricas agravaron la situación.

"No podemos seguir atribuyendo estos eventos solo al clima; la infraestructura requiere inversiones urgentes," afirmó un ingeniero eléctrico de la Universidad de Concepción.

Por su parte, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) reconoció retrasos en la reposición del servicio, especialmente en zonas rurales de La Araucanía, donde el 30% de los clientes permaneció sin luz por más de 72 horas.

Voces en pugna: entre la crítica y la defensa

El Subsecretario del Interior, Víctor Ramos, hizo un llamado público a las compañías eléctricas para acelerar la recuperación del suministro, asegurando que "no vamos a normalizar la interrupción de este servicio esencial." Sin embargo, organizaciones sociales y autoridades regionales denunciaron falta de coordinación y priorización en la atención a las comunidades más vulnerables.

Desde el mundo empresarial, las distribuidoras argumentaron que las condiciones climáticas superaron los estándares previstos y que se movilizaron recursos adicionales para restablecer el servicio.

Mientras tanto, habitantes de las zonas afectadas relataron dificultades para mantener sus actividades diarias y señalaron que la falta de electricidad profundizó desigualdades existentes, especialmente en sectores rurales y mapuche.

Consecuencias visibles: más allá del apagón

A semanas del evento, el impacto económico se traduce en pérdidas para pequeños comercios y agricultores, quienes enfrentaron dificultades para conservar productos y realizar operaciones básicas.

En términos sociales, el corte evidenció brechas en la gestión de emergencias y subrayó la necesidad de fortalecer la infraestructura crítica para evitar crisis similares.

Además, el episodio ha reabierto el debate sobre la transición energética en Chile, donde la diversificación y modernización del sistema eléctrico se presentan como desafíos urgentes.

Constataciones finales

Este apagón masivo no fue solo un accidente climático, sino una tragedia anunciada que puso en jaque la resiliencia del sur del país. Las distintas perspectivas —desde el gobierno, empresas, expertos y comunidades— muestran un país dividido entre la urgencia de reformas profundas y la defensa de estructuras vigentes.

La lección que queda es clara: sin inversión en infraestructura y una gestión más inclusiva, la próxima tormenta podría dejar un saldo aún más grave.

El desafío ahora es transformar esta crisis en una oportunidad para construir un sistema eléctrico más robusto, equitativo y preparado para los embates del clima y la demanda social.