Sismo en Calama: Un temblor menor que reaviva viejos temores y debates sobre preparación sísmica

Sismo en Calama: Un temblor menor que reaviva viejos temores y debates sobre preparación sísmica
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-25
Fuentes
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- Sismo de magnitud 4.2 sacudió Calama el 15 de junio de 2025.

- Reacciones divididas entre autoridades, expertos y ciudadanos sobre la gestión y preparación.

- Debate renovado sobre políticas de prevención y memoria histórica sísmica en Chile.

El domingo 15 de junio de 2025, a las 09:30 horas locales, un sismo de magnitud 4.2 con epicentro en Calama sacudió el norte de Chile. El Centro Sismológico Nacional informó que el temblor ocurrió a 34 kilómetros de la ciudad y tuvo una profundidad de 112 kilómetros. La intensidad moderada y la profundidad considerable hicieron que los daños materiales fueran mínimos, pero la sacudida no pasó desapercibida para una población acostumbrada a vivir bajo la sombra constante de la actividad sísmica.

Este evento, aunque menor en magnitud, ha abierto un espacio para la reflexión y la discusión sobre la preparación ante desastres naturales en Chile. Lejos de ser un simple episodio aislado, el sismo de Calama reavivó viejos temores y tensiones en torno a la gestión del riesgo sísmico y la memoria histórica del país.

Voces en el terreno: entre la calma y la inquietud

Desde la perspectiva de las autoridades locales, el sismo fue un recordatorio oportuno para revisar protocolos y reforzar campañas de prevención. “Este evento nos muestra que la naturaleza sigue activa y que debemos estar siempre preparados, especialmente en zonas como Calama, donde la actividad sísmica es menos frecuente pero no menos real”, señaló un representante del municipio.

Sin embargo, la ciudadanía mostró una mezcla de reacciones. Algunos valoraron la transparencia y rapidez de la información oficial, mientras otros expresaron frustración por la percepción de que la preparación y respuesta siguen siendo insuficientes. “No basta con saber que puede haber un sismo, necesitamos inversiones concretas en infraestructura y educación para evitar tragedias mayores”, manifestó una vecina de la ciudad.

Expertos en debate: ¿Suficiente la prevención en zonas menos activas?

Los especialistas en sismología y gestión de riesgos han aprovechado este episodio para analizar la distribución geográfica de la actividad sísmica en Chile. Aunque la zona norte no es la más sísmica del país, “los sismos profundos como este pueden generar efectos inesperados y deben ser considerados en los planes de emergencia”, advierte un académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.

Además, el sismo ha reabierto el debate sobre la desigualdad en la preparación y respuesta ante desastres. Mientras regiones como Valparaíso o Biobío cuentan con mayores recursos y experiencia tras eventos históricos, otras, como Calama, enfrentan desafíos estructurales para fortalecer su resiliencia.

Historia y consecuencias: Chile y su eterna danza con la tierra

Chile es un país marcado por su historia sísmica. Desde el terremoto de Valdivia en 1960, el más fuerte registrado en el mundo con magnitud 9.5, hasta el devastador 27F de 2010, la memoria colectiva está impregnada de tragedias y aprendizajes. Sin embargo, la atención mediática y social suele concentrarse en los grandes eventos, dejando en segundo plano los temblores menores que, por su frecuencia, podrían ser claves para mejorar la prevención.

El sismo de Calama, aunque no causó daños significativos, es un llamado a no bajar la guardia y a considerar que la preparación ante desastres debe ser un proceso continuo, integral y equitativo en todo el territorio nacional.

Constataciones finales

Este episodio confirma que la actividad sísmica en Chile no solo es un fenómeno geológico, sino también un fenómeno social y político. La diversidad de perspectivas —desde autoridades hasta ciudadanos, pasando por expertos— revela una tensión latente entre la realidad del riesgo y la capacidad de respuesta institucional.

La verdad ineludible es que Chile seguirá temblando, y con ello, la urgencia de fortalecer la cultura de prevención y la equidad en la gestión del riesgo. El sismo de Calama no fue un desastre, pero sí una pequeña tragedia anunciada que expone las brechas y desafíos pendientes en un país acostumbrado a vivir en el filo de la tierra.

Fuentes: Centro Sismológico Nacional, Infobae, Universidad de Chile, testimonios ciudadanos.