
Un drama social que se instala con fuerza en el día a día de millones de chilenos. Según el estudio de Ipsos publicado el 12 de noviembre de 2025, el 45% de los hogares en Chile declara no poder llegar a fin de mes con sus ingresos, cifra que representa el nivel más alto registrado en las últimas tres mediciones y que refleja un deterioro progresivo desde marzo de 2024, cuando era del 39%.
Este fenómeno no es homogéneo: en los segmentos socioeconómicos más bajos, como el grupo C3, la mitad de las familias no logra cubrir sus gastos básicos, cifra que escala al 55% en los sectores D y E. La capacidad de ahorro, por su parte, se desploma a mínimos históricos, con solo un 17% de los encuestados afirmando que consigue ahorrar algo de dinero, mientras que un 38% apenas llega "justo" a fin de mes.
Desde la perspectiva política, el fenómeno abre un escenario de tensiones y debates. Para sectores de oposición y organizaciones sociales, estos datos evidencian la insuficiencia de las políticas públicas implementadas en los últimos años para proteger a las familias más vulnerables. “Esto no es solo un problema económico, es una crisis social que amenaza la cohesión del país”, señala una vocera de una organización de derechos sociales.
En contraste, desde el gobierno se ha reconocido la gravedad del escenario, pero se insiste en que la recuperación económica es un proceso complejo y que se están tomando medidas para contener la inflación y mejorar el empleo. Sin embargo, la percepción ciudadana, reflejada en la encuesta, muestra que la inflación sigue siendo la principal preocupación para el 40% de los encuestados, seguida muy de cerca por la delincuencia (39%) y la incertidumbre política y económica (26%).
El 51% de los chilenos declara mantener algún tipo de deuda, ya sea hipotecaria, de consumo o con el retail. De este grupo, un alarmante 47% percibe que su nivel de endeudamiento es "alto" o "muy alto", y un 64% afirma que sus deudas han aumentado en los últimos 12 meses. Este círculo vicioso de ingresos insuficientes y deudas crecientes limita la capacidad de las familias para proyectar un futuro estable.
Este cuadro no solo representa una crisis económica sino una herida social profunda. La combinación entre ingresos insuficientes, alta inflación, creciente endeudamiento y preocupaciones sobre seguridad y estabilidad política alimenta un clima de ansiedad social y fragmentación.
Los desafíos para las autoridades son enormes: la necesidad de diseñar políticas que no solo mitiguen la inflación sino que también impulsen un crecimiento inclusivo, generen empleo de calidad y fortalezcan la protección social. Desde la sociedad civil, la demanda es clara: “Se requiere un compromiso real y urgente para revertir esta realidad que afecta a casi la mitad del país”.
Lo que no deja lugar a dudas es que la crisis económica y social está instalada en la cotidianeidad de millones de chilenos. El 45% de los hogares que no llega a fin de mes es un reflejo tangible de un país que enfrenta una encrucijada: seguir profundizando desigualdades o avanzar hacia un modelo económico y social que garantice dignidad y estabilidad para todos.
En este escenario, la información con perspectiva y profundidad es clave para comprender no solo el qué, sino el porqué y el cómo, permitiendo a la ciudadanía formar opiniones críticas y exigir soluciones con fundamento y urgencia.
---
Fuentes: Ipsos (Encuesta Nacional, noviembre 2025), Cooperativa.cl (12/11/2025).