La "Gran Factura Hermosa": El eco de la reforma de Trump que resuena desde Washington a las minas de Chile

La
2025-07-13
  • La "Big Beautiful Bill" combina recortes de impuestos con un aumento del proteccionismo, generando un profundo debate sobre su sostenibilidad fiscal en EE.UU.
  • La ley crea una clara división de ganadores (grandes corporaciones, rentas altas) y perdedores (programas sociales, energías limpias), reavivando tensiones internas.
  • Su impacto global, especialmente el arancel al cobre, ha puesto en alerta a Chile, obligando al gobierno y al sector privado a una respuesta estratégica frente a la incertidumbre.

Inicio Contextualizado: La resaca de la celebración

A más de dos meses de que el Presidente Donald Trump promulgara su "Gran y Hermosa Ley" (Big Beautiful Bill) en el marco de las celebraciones por el 250º aniversario de la independencia de Estados Unidos, la prometida "nueva Era Dorada" se percibe más como un complejo campo de tensiones económicas y geopolíticas. El eco de la firma del 4 de julio ya no es de fuegos artificiales, sino de calculadoras echando humo en la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) y de teléfonos sonando con urgencia entre La Moneda y los directorios de las principales mineras chilenas. Lo que comenzó como una ambiciosa reforma fiscal interna, ha mutado en una onda expansiva de proteccionismo cuyo impacto más tangible para Chile llegó el 10 de julio: un sorpresivo arancel del 50% sobre el cobre.

Desarrollo Analítico: De la promesa fiscal a la amenaza arancelaria

El camino de la ley fue sinuoso y reveló las profundas fisuras en el panorama político estadounidense. Aprobada en el Senado por un voto, el del Vicepresidente JD Vance, la legislación materializa una visión económica dual: por un lado, una generosa extensión de los recortes de impuestos de 2017 que beneficia principalmente a las corporaciones y a los hogares de mayores ingresos; por otro, un drástico recorte en programas sociales como Medicaid (asistencia médica para personas de bajos recursos) y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), conocido como cupones de alimentos. Simultáneamente, la ley asestó un golpe a la transición energética al eliminar créditos fiscales para vehículos eléctricos, una medida celebrada por los fabricantes de automóviles tradicionales pero calificada como una "abominación repugnante" por figuras como Elon Musk, CEO de Tesla.

Esta reconfiguración de prioridades internas no tardó en proyectarse hacia el exterior. La retórica proteccionista, que ya se había manifestado en mayo con acusaciones a China de violar acuerdos comerciales, encontró en la nueva ley un vehículo para su implementación. El anuncio del arancel al cobre, justificado por Trump bajo argumentos de "seguridad nacional", fue la primera gran consecuencia de esta doctrina. La medida dejó al gobierno chileno, liderado por Gabriel Boric, y a la industria minera nacional en un estado de completa incertidumbre, al no especificar qué productos del metal rojo serían afectados ni si habría excepciones para países aliados. Esta ambigüedad estratégica parece ser, en sí misma, una herramienta de presión.

Perspectivas Contrastadas: Un debate a múltiples voces

La aprobación de la ley desató un coro de reacciones divergentes que ilustran sus complejas aristas:

  • El debate interno en EE.UU.: Mientras la Casa Blanca defiende la reforma como un motor de crecimiento, la CBO proyecta un aumento de la deuda pública de US$ 2,4 billones en la próxima década. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también expresó su preocupación, advirtiendo que la medida va en contra de la necesaria consolidación fiscal. En la calle, la narrativa se divide entre los beneficiarios de las rebajas impositivas y los millones de ciudadanos que enfrentan la reducción de ayudas estatales.
  • La mirada histórica y económica: Analistas como Monica de Bolle, del Instituto Peterson de Economía Internacional, han trazado un paralelismo inquietante entre las políticas de Trump y el modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) que aplicaron naciones latinoamericanas como la Argentina de Perón o el Brasil de Vargas a mediados del siglo XX. "La lógica es bien del siglo pasado", señaló De Bolle a la BBC, recordando que aquella experiencia fue "un sonoro fracaso" que generó industrias poco competitivas y crisis fiscales recurrentes. La ironía de que la principal economía del mundo adopte un modelo que la región abandonó hace décadas no ha pasado desapercibida.
  • El impacto y la respuesta en Chile: La incertidumbre es la palabra clave. El gobierno chileno activó múltiples mesas de trabajo público-privadas, reuniendo a ministros como Alberto van Klaveren (Relaciones Exteriores) y Nicolás Grau (Economía) con gremios como la SOFOFA y gigantes como Codelco. La amenaza trascendió las divisiones políticas, con figuras de la oposición como Evelyn Matthei ofreciendo la colaboración de sus equipos técnicos. Más allá del arancel al cobre, expertos como Felipe Espina de EY Chile advierten sobre un peligro latente en la propia ley: la nueva "Sección 899", que permitiría a EE.UU. imponer sanciones tributarias a países considerados fiscalmente "injustos", un mecanismo que podría afectar las inversiones chilenas a pesar del tratado de doble tributación vigente.

Contexto y Estado Actual: La incertidumbre como nueva normalidad

La "Gran Factura Hermosa" no es un hecho aislado, sino la cristalización de una tendencia global hacia el nacionalismo económico y un desafío directo al orden comercial liberal de las últimas décadas. Es la continuación, con herramientas renovadas, de las guerras comerciales iniciadas en el primer mandato de Trump.

Actualmente, la ley está en plena vigencia. En Estados Unidos, la batalla legislativa ha terminado, pero comienza la contienda por sus consecuencias económicas a largo plazo. Para Chile, el escenario es de alerta permanente. El arancel al cobre entró en vigor el 1 de agosto, y el gobierno y el sector privado aún navegan en la niebla, tratando de descifrar su alcance real y preparándose para nuevos movimientos impredecibles desde Washington. La historia de esta ley no ha terminado; su capítulo más crítico, el de sus efectos reales sobre la economía global y nacional, apenas comienza a escribirse.

El tema representa un punto de inflexión en la política económica de una potencia mundial, con consecuencias directas y medibles en los mercados globales, las relaciones diplomáticas y la economía chilena. El tiempo transcurrido desde su promulgación permite un análisis profundo de sus efectos iniciales, las reacciones de los actores internacionales y el debate sobre sus beneficiarios y perjudicados, ofreciendo una narrativa completa con un claro principio, desarrollo y consecuencias visibles.