La Firma del Siglo: Cómo la "Big Beautiful Bill" de Trump Redefine el Capitalismo y Sella el Futuro de Chile

La Firma del Siglo: Cómo la
2025-07-13
  • Deuda y Proteccionismo: La reforma de Trump revive políticas económicas del pasado latinoamericano, abriendo una era de incertidumbre fiscal y guerras comerciales.
  • Ganadores y Perdedores: Mientras los grandes capitales y la industria fósil de EE.UU. celebran, Chile enfrenta un dilema: beneficiarse de los incentivos o ser castigado por un nuevo nacionalismo económico.
  • Reconfiguración Global: El fin del consenso de libre comercio obliga a economías abiertas como la chilena a repensar su estrategia de inserción mundial, diversificar mercados y fortalecer la resiliencia estatal.

El Eco de un Pasado Latinoamericano: Cuando el Proteccionismo Vuelve a Casa

La promulgación de la "One Big Beautiful Bill" el 4 de julio de 2025 no fue solo un acto legislativo; fue la cristalización de un cambio de paradigma. Estados Unidos, el arquitecto del orden global de posguerra basado en el libre comercio, ha abrazado una doctrina que combina recortes fiscales masivos financiados con deuda, un fuerte componente proteccionista y un desmantelamiento selectivo del Estado de bienestar. Irónicamente, esta fórmula evoca ecos de un modelo que la propia Norteamérica observó con escepticismo en el siglo XX: la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) que implementaron líderes como Perón en Argentina y Vargas en Brasil.

Analistas de diversas latitudes, desde la BBC hasta el Instituto Peterson de Economía Internacional, han señalado la paradoja: mientras América Latina abandonaba estas políticas por considerarlas un “sonoro fracaso” que generó ineficiencia, dependencia estatal y crisis fiscales, Washington las adopta bajo una nueva retórica de “independencia económica”. La apuesta es que una desregulación agresiva y la repatriación de industrias generarán un crecimiento tan explosivo que la deuda, proyectada por la Oficina de Presupuesto del Congreso en US$ 2,4 billones adicionales en una década, se volverá manejable. Es una apuesta de alto riesgo que redefine las reglas del juego para todo el planeta.

Tres Futuros Posibles: Entre la "Nueva Era Dorada" y la Crisis de Deuda Soberana

La trayectoria que seguirá la economía global y, por extensión, la chilena, dependerá de cuál de los siguientes escenarios se materialice a mediano y largo plazo.

  1. Escenario Optimista: La "Nueva Era Dorada". En esta visión, promovida por la Casa Blanca, los recortes de impuestos y la repatriación de capitales desatan un boom de inversión y consumo en EE.UU. La economía estadounidense crece por sobre las expectativas, arrastrando la demanda de materias primas. Para Chile, esto podría significar un alza temporal en el precio del cobre y otros commodities. Los inversionistas chilenos en EE.UU. se benefician de un entorno fiscal favorable. Sin embargo, este escenario depende de que la confianza en el dólar y en la deuda estadounidense se mantenga intacta, un supuesto cada vez más cuestionado por instituciones como el FMI y agencias de calificación.
  1. Escenario Probable: El Estancamiento Inflacionario. Aquí, los ecos de la ISI se hacen sentir. Los aranceles generalizados y las barreras comerciales elevan los costos de producción y los precios al consumidor en EE.UU., generando una inflación persistente. La Reserva Federal se ve forzada a mantener tasas de interés altas, ahogando la inversión y el crecimiento que la propia ley buscaba incentivar. El dólar se debilita, no por dinamismo, sino por la desconfianza en la sostenibilidad fiscal. Para Chile, esto se traduce en volatilidad cambiaria, encarecimiento de las importaciones y un socio comercial impredecible, que podría escalar sus medidas proteccionistas en cualquier momento.
  1. Escenario de Crisis: El "Showdown" de la Deuda Soberana. Este es el futuro más sombrío. El aumento exponencial de la deuda pública estadounidense, sin un crecimiento que la respalde, erosiona la confianza en los bonos del Tesoro, considerados el activo más seguro del mundo. Grandes tenedores de deuda como China y Japón comienzan a diversificar sus reservas. Un evento de este tipo, conocido como un “momento Minsky”, podría desencadenar una crisis financiera global de consecuencias impredecibles. Para una economía pequeña y abierta como la de Chile, el impacto sería devastador: fuga de capitales, colapso del peso y una recesión profunda, haciendo palidecer la crisis de 2008.

Ganadores y Perdedores en la Economía Chilena: El Mapa del Riesgo

La "Big Beautiful Bill" no es un tsunami uniforme; es una marea que levanta ciertos barcos mientras hunde a otros. Identificar a los potenciales ganadores y perdedores es clave para la navegación estratégica de Chile.

Potenciales Ganadores:

  • Grandes grupos económicos chilenos con inversiones en EE.UU.: Se benefician directamente de la mantención de la tasa corporativa del 21%, la depreciación acelerada y los incentivos a la I+D. Su rentabilidad en el mercado norteamericano podría aumentar significativamente en el corto plazo.
  • Exportadores de materias primas (visión cortoplacista): Si el escenario de boom económico se materializa, sectores como la minería del cobre y el litio podrían ver un aumento en la demanda y los precios. Sin embargo, esta ganancia es vulnerable a la volatilidad y a eventuales aranceles.

Potenciales Perdedores:

  • Sector exportador no tradicional y PYMES: Son los más vulnerables a las represalias comerciales y a la disrupción de las cadenas de suministro. La incertidumbre y los mayores costos logísticos podrían sacarlos del mercado estadounidense.
  • Industria de energías renovables: La ley elimina gradualmente los créditos fiscales para vehículos eléctricos y energías limpias en EE.UU. Esto no solo afecta a los exportadores chilenos de componentes, sino que también envía una señal global que podría desacelerar la transición energética, afectando la demanda futura de litio y cobre verde chilenos.
  • Consumidores chilenos: Un dólar volátil y el encarecimiento de productos tecnológicos y de capital importados desde EE.UU. (o que usan sus componentes) impactarán directamente el costo de vida y la inversión local.
  • El Fisco chileno: La volatilidad en el precio del cobre y la inestabilidad global dificultan la planificación presupuestaria y podrían reducir los ingresos fiscales en un escenario de recesión mundial.

El Dilema Estratégico: ¿Paraíso Fiscal o Lista Negra?

Quizás el riesgo más directo y novedoso para Chile se encuentra en la Sección 899 del nuevo código tributario estadounidense. Esta cláusula otorga al Tesoro de EE.UU. la facultad de crear una lista de “jurisdicciones con impuestos injustos” y aplicarles medidas punitivas, como un aumento progresivo de la retención de impuestos a los pagos enviados desde EE.UU. a esos países.

Esto coloca a Chile en una posición delicada. El recién ratificado convenio de doble tributación podría quedar en letra muerta si EE.UU. decide unilateralmente que el sistema tributario chileno es “injusto” según sus propios criterios. Para las empresas chilenas que reciben dividendos, intereses o royalties desde EE.UU., esto representa una amenaza existencial a su modelo de negocios. La decisión de si Chile entra o no en esa lista negra será eminentemente política, creando un nuevo y poderoso instrumento de presión en las relaciones bilaterales. Navegar esta incertidumbre requerirá una diplomacia proactiva y una reevaluación de las estrategias de inversión.

Repensar el Rol del Estado en Tiempos de Fragmentación

La era que inaugura la "Big Beautiful Bill" marca el fin del consenso neoliberal y el retorno del nacionalismo económico como fuerza motriz. Para un país como Chile, cuya prosperidad se construyó sobre la base de la apertura comercial y la integración a un orden global predecible, el desafío es monumental.

El futuro exigirá un Estado más estratégico y resiliente, capaz de diversificar activamente los socios comerciales, fortalecer los lazos con bloques como la Unión Europea y Asia, y desarrollar políticas industriales que fomenten la competitividad más allá del vaivén de los precios de las materias primas. La soberanía económica ya no se medirá por el grado de apertura, sino por la capacidad de absorber shocks externos y mantener un rumbo de desarrollo propio en un mundo cada vez más fragmentado. La gran pregunta que deja la firma de Trump no es si Chile ganará o perderá, sino cuán rápido y eficazmente podrá adaptarse a las nuevas reglas de un juego que ha cambiado para siempre.

El evento representa un punto de inflexión en la política económica de una potencia mundial, con ramificaciones globales significativas y ya observables. La historia ha madurado más allá del anuncio inicial, permitiendo un análisis profundo de las reacciones del mercado, los realineamientos políticos y las consecuencias tempranas. Ofrece un arco narrativo completo —promesa, legislación, implementación e impacto— que invita a una reflexión sobre el futuro del capitalismo, la deuda global y el rol del Estado. El tema conecta la política interna, las finanzas internacionales y las realidades económicas locales, revelando interdependencias complejas y permitiendo la construcción de escenarios futuros con un contexto completo.