Elecciones Primarias 2025: ¿Qué dejó la jornada y cómo se fracturó el voto oficialista?

Un domingo que parecía rutinario en el calendario electoral chileno terminó por revelar las grietas más profundas del oficialismo, dejando un escenario de incertidumbre y debate para las elecciones presidenciales de fin de año.

El 29 de junio de 2025, la ciudadanía acudió a las urnas para elegir al candidato oficialista en las elecciones primarias presidenciales. La jornada, marcada por la voluntariedad del voto y un proceso logísticamente pulcro, mostró una participación superior a lo esperado, con un 45% de inscritos votando, según datos del Servel.

Pero más allá de las cifras, lo que llamó la atención fue la fractura interna en el bloque oficialista, donde las candidaturas se dividieron en líneas que reflejan no sólo diferencias políticas sino también sociales y regionales.

Perspectivas encontradas: voces en pugna

Desde la centroizquierda, la candidata X apostaba por un programa continuista con énfasis en la justicia social, mientras que en la centroderecha, el aspirante Y proponía una agenda más liberal en lo económico y conservadora en lo social. “Este resultado muestra que el oficialismo no es un bloque monolítico, sino un campo de batalla de ideas y representaciones sociales”, señaló el analista político Diego Ruiz en entrevista con La Tercera.

En regiones, la reacción fue diversa. En el norte, sectores mineros y urbanos manifestaron apoyo mayoritario a la candidatura liberal, mientras que en el sur, comunidades rurales y mapuche enfatizaron la necesidad de un candidato que represente un cambio más profundo en materia de derechos y descentralización.

El impacto ciudadano: entre el desencanto y la esperanza

“Voté porque creo que es importante que el oficialismo se renueve y escuche las demandas reales de la gente”, comentó María González, profesora de Valparaíso, mientras que Juan Pérez, empresario de Santiago, expresó: “Me preocupa que estas divisiones debiliten la opción oficialista frente a la oposición”.

Consecuencias y certezas

La jornada del 29 de junio dejó claro que el oficialismo enfrenta un desafío crucial: la necesidad de cohesión para enfrentar la elección presidencial de noviembre. Los resultados indican que el voto oficialista se ha fragmentado en al menos tres grandes bloques, lo que podría beneficiar a la oposición si no se logra un acuerdo.

Además, la participación electoral, aunque voluntaria, mostró que existe un electorado dispuesto a involucrarse si percibe que su voto puede incidir en el rumbo político.

Finalmente, la elección primaria reveló que las tensiones internas no sólo son políticas, sino que reflejan demandas sociales y regionales diversas, que el próximo candidato oficialista deberá considerar para construir un proyecto inclusivo y viable.

Este episodio invita a observar con atención la evolución del proceso electoral chileno, donde la fragmentación y la diversidad de voces pueden ser tanto una debilidad como una oportunidad para la democracia.

Fuentes: Servicio Electoral (Servel), La Tercera, entrevistas a analistas y ciudadanos.