La revolución silenciosa de las proteínas en Chile: cómo un nutriente clave redefine salud y bienestar

El cuerpo que envejece y la batalla invisible por mantener la fuerza

Con el paso de los años, especialmente a partir de los 40, las mujeres enfrentan una pérdida progresiva de masa muscular que puede alcanzar hasta un 1% anual. Esta realidad se intensifica en la menopausia, cuando la caída de estrógenos y un estado inflamatorio crónico silencioso aceleran el desgaste. Más allá de la estética, esta pérdida afecta el metabolismo, la movilidad y la energía diaria, generando síntomas que van desde dolores articulares hasta fatiga constante.

“La pérdida de masa muscular no es solo una cuestión de fuerza, sino un factor crucial para la calidad de vida y la autonomía en la edad adulta”, explica la doctora Magdalena Farías, nutricionista especializada en Nuclinic.

Proteínas: los ladrillos que sostienen más que músculos

Las proteínas no solo construyen músculos, piel y uñas, sino que son esenciales para la producción hormonal y el sistema inmunológico. Sin un aporte adecuado, el cuerpo pierde capacidad de reparación y equilibrio.

La recomendación actual apunta a un consumo de al menos 1,5 gramos de proteína por kilo de peso corporal, llegando a 1,8 gramos en quienes entrenan fuerza o buscan ganar masa muscular. Sin embargo, no basta con la cantidad: la distribución en las comidas es clave, pues el músculo solo puede incorporar una parte en cada ingesta.

El auge de los suplementos: ¿comodidad o necesidad?

En un Chile donde el ritmo de vida se acelera y las dietas pueden ser restrictivas, los suplementos proteicos en polvo emergen como aliados prácticos. “Para muchas mujeres, el suplemento es la diferencia entre cumplir o no con la cuota diaria de proteínas”, comenta Álvaro Vergara, nutricionista deportivo.

Estos productos, elaborados a partir de procesos que concentran proteínas de alta calidad, no son indispensables, pero sí funcionales en contextos específicos: deportistas, adultos mayores y personas con poco tiempo para preparar comidas proteicas.

Diversidad y transparencia: el mercado chileno en evolución

El mercado local ha respondido con una oferta amplia y variada. Desde proteínas lácteas como el suero concentrado (whey), aisladas y combinadas con colágeno o caseína, hasta opciones vegetales basadas en arveja, arroz y cáñamo.

La calidad se mide no solo en gramos de proteína por porción, sino en la pureza del producto, la presencia de aminoácidos clave como la leucina, y la transparencia en el etiquetado. Marcas como Strive, NutriProtein+ y Aquasolar destacan por su formulación simple, concentración real y ausencia de aditivos innecesarios.

Además, la tendencia a evitar endulzantes artificiales y ofrecer versiones sin sabor permite versatilidad para incorporar estos suplementos en recetas dulces o saladas.

Voces en conflicto: ¿suplementos o alimentación tradicional?

Mientras algunos expertos subrayan que una dieta balanceada puede cubrir las necesidades proteicas, otros advierten que la realidad social y laboral dificulta este ideal.

“No es que los suplementos deban reemplazar alimentos naturales, pero sí son una herramienta válida para quienes enfrentan barreras prácticas”, sostiene Farías.

Por otro lado, sectores más críticos alertan sobre la posible dependencia y el riesgo de banalizar la nutrición, enfatizando la importancia de políticas públicas que promuevan el acceso a alimentos frescos y educación nutricional.

Conclusiones a la luz del tiempo y la evidencia

La proteína se confirma como un pilar fundamental para la salud integral, especialmente en mujeres adultas y mayores. El mercado chileno muestra una madurez creciente, con productos adaptados a diferentes necesidades y un enfoque en la calidad y la transparencia.

Sin embargo, la solución no es única ni lineal: requiere un equilibrio entre alimentación tradicional, suplementación consciente y políticas que faciliten el acceso a una dieta adecuada.

Este debate refleja una tensión más amplia en la sociedad chilena: cómo conjugar bienestar, ritmo de vida y desigualdad en la búsqueda de una vida saludable y digna.

Fuentes consultadas incluyen expertos en nutrición deportiva, análisis de mercado, y estudios recientes publicados en La Tercera y entrevistas con profesionales del área.