
Un invierno que marcó un punto de inflexión para la salud pediátrica en Chile. Tras años de presión constante sobre la red asistencial por virus respiratorios, el país ha logrado un avance sin precedentes en la prevención y manejo del Virus Respiratorio Sincicial (VRS), un enemigo conocido y temido en nuestros hospitales.
En 2024, Chile implementó la inmunización masiva con Nirsevimab, un anticuerpo monoclonal dirigido a lactantes, alcanzando una cobertura del 94,9% en la población objetivo. Este esfuerzo concertado entre el Ministerio de Salud, el Instituto Milenio de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y la Universidad de Chile, ha significado una caída del 80% en las hospitalizaciones pediátricas por VRS y, por primera vez, dos años consecutivos sin muertes infantiles por esta causa.
Durante el invierno de 2025, el 70% de los servicios de salud reportaron niveles de ocupación en camas críticas pediátricas en estado de alerta o riesgo, con la Región Metropolitana particularmente afectada, alcanzando hasta un 95% de ocupación en algunos servicios. La presión sobre la red fue palpable: derivaciones entre hospitales, reconversión de camas y un aumento notable en la hospitalización de niños mayores de un año, un grupo que comenzó a ser más susceptible tras la inmunización de los lactantes.
Valentina Pino, coordinadora de la campaña de invierno del Minsal, explicó: "Gracias a la preparación semanal de la red y coordinación entre hospitales, logramos manejar los peaks, evitando el colapso total del sistema".
El éxito chileno no es casualidad. Leonardo Basso, director del ISCI, resaltó que "la clave fue generar evidencia científica robusta y mantener la continuidad política, con gobiernos que respaldaron la estrategia desde Paris hasta Aguilera". La decisión de invertir 45 millones de dólares en la compra y distribución del Nirsevimab fue considerada audaz y pionera en el hemisferio sur.
Este avance fue validado internacionalmente con la publicación en la revista científica The Lancet Infectious Diseases, que dedicó portada y editorial a la estrategia chilena, destacando su impacto y replicabilidad.
No obstante, el escenario no está exento de tensiones. Mientras expertos celebran la reducción drástica de muertes y hospitalizaciones en lactantes, alertan sobre el aumento de casos en niños mayores y la necesidad de ampliar la protección.
El Dr. Pablo Brockman, pediatra broncopulmonar, advierte: "El virus ahora afecta a niños más grandes y adultos, grupos que no reciben Nirsevimab y continúan vulnerables". Esto genera debates sobre la ampliación de la estrategia de inmunización y el fortalecimiento de medidas preventivas complementarias.
Desde el ámbito social, familias y profesionales de la salud reconocen el alivio que significa no ver a los más pequeños en las unidades de cuidados intensivos, pero la alta demanda hospitalaria sigue siendo un desafío, especialmente en regiones con menor cobertura y recursos.
La innovación chilena no se detiene. En diciembre de 2024, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó la fase 2 de los ensayos clínicos para la vacuna chilena contra el VRS, desarrollada por el Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII). Esta vacuna apunta a proteger no solo a lactantes, sino también a adultos mayores, otro grupo vulnerable.
Alexis Kalergis, director del IMII, afirma: "Este avance refleja el compromiso de Chile con la salud global y abre puertas a colaboraciones internacionales".
Chile ha demostrado que un sistema de salud público, cuando se apoya en evidencia científica, coordinación interinstitucional y voluntad política, puede transformar un problema crónico en un éxito tangible. La reducción del sufrimiento infantil y la descompresión de la red asistencial son logros que trascienden cifras.
Sin embargo, la historia no termina aquí. La evolución del virus, la susceptibilidad de nuevos grupos etarios y las desigualdades regionales exigen vigilancia constante y adaptabilidad. La inmunización con Nirsevimab es un primer paso, pero la ampliación de la protección y la prevención seguirán siendo temas centrales en la agenda sanitaria.
Finalmente, este caso invita a reflexionar sobre la importancia de mirar más allá de la urgencia inmediata y valorar los procesos que, con paciencia y rigor, permiten cambiar la realidad para las futuras generaciones.
2025-08-14