
El escenario: una noche cualquiera en Santiago Centro, en la esquina de Santa Victoria con Manuel Antonio Tocornal. Un hombre cae abatido por al menos cuatro disparos en plena vía pública, con un arma de fuego entre sus ropas. La alarma se activa cuando un transeúnte denuncia la presencia del cuerpo a Carabineros, pasada las 22:00 horas del martes 10 de junio de 2025.
Las cámaras de seguridad captan la huida a pie de un sospechoso, quien es detenido pocas cuadras más adelante, en Avenida Santa Isabel con Carmen. La Fiscalía, a través del Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), se incorpora al procedimiento, que aún sigue en desarrollo.
Desde el sector policial, se destaca la efectividad de la tecnología y la coordinación interinstitucional para la rápida detención, lo que se presenta como un avance en la lucha contra la inseguridad urbana. “La captura del sospechoso en pocas horas demuestra que la vigilancia y el trabajo conjunto pueden reducir la impunidad en estos hechos”, señalan fuentes de Carabineros.
Por otro lado, organizaciones sociales y expertos en seguridad ciudadana advierten que este caso desnuda problemas estructurales. “No se trata solo de capturar al autor, sino de entender las causas profundas de la violencia, que incluyen desigualdad, exclusión y la proliferación de armas en la ciudad”, plantea un académico de criminología de la Universidad de Chile.
En el ámbito político, las reacciones son diversas. Algunos sectores conservadores enfatizan la necesidad de endurecer las penas y reforzar el control policial en las calles, mientras que voces progresistas llaman a redoblar esfuerzos en políticas preventivas, sociales y de desarme, recordando que la víctima portaba un arma de fuego al momento del ataque.
Vecinos del sector expresan una mezcla de miedo y resignación. “Uno ya no se siente seguro ni siquiera en el centro, donde debería haber más presencia policial”, comenta una comerciante local. Esta percepción alimenta la demanda por soluciones integrales que no solo respondan a la emergencia, sino que también apunten a la convivencia y la prevención.
Este homicidio en plena vía pública, con un detenido y una investigación en curso, es más que un hecho aislado: es un reflejo de las tensiones que atraviesan la seguridad urbana en Santiago. La rápida detención muestra avances en la aplicación de la ley, pero la presencia de un arma en la víctima y la violencia desatada evidencian desafíos mayores en materia de control de armas y políticas sociales.
El debate que sigue abierto entre endurecimiento punitivo y prevención social no tiene respuestas fáciles, pero es imprescindible para que casos como este no se conviertan en la norma. La tragedia de un hombre muerto en la calle es también la tragedia de una ciudad que busca cómo protegerse sin perder el pulso social.
Fuentes: Cooperativa.cl, Fiscalía Regional Metropolitana, declaraciones de expertos en criminología y seguridad ciudadana.