
Una tragedia que se despliega en las alturas de Hong Kong. El pasado miércoles 19 de noviembre, un incendio de magnitud dantesca arrasó tres edificios residenciales en el distrito de Tai Po, dejando un saldo provisional de cuatro muertos —tres residentes y un bombero— y ocho heridos. El fuego, que se propagó velozmente por el característico andamiaje de bambú instalado en uno de los edificios en proceso de renovación, no solo consumió estructuras sino que atrapó a personas dentro de las viviendas, generando escenas de desesperación y angustia entre los vecinos y equipos de emergencia.