
El 7 de junio de 2025, un operativo coordinado por el OS7 de Carabineros sacudió el sector Mirasol de Puerto Montt, desmantelando una organización dedicada al tráfico de drogas. Se incautaron casi 5.700 dosis de droga, valoradas en más de 9 millones de pesos, y se detuvo a ocho personas, cinco de ellas con antecedentes policiales y una con orden de detención vigente. Este golpe a la delincuencia organizada no solo representa un éxito policial, sino que abre un escenario complejo para analizar las causas y consecuencias de la persistente presencia del narcotráfico en la Región de Los Lagos.
El escenario local: un desafío para la seguridad pública
Desde la perspectiva regional, el operativo ha sido valorado como un avance en la lucha contra el crimen organizado, pero también ha puesto en evidencia las limitaciones estructurales que enfrenta Puerto Montt. El coronel Eduardo Rosales señaló que junto a la droga se incautaron armamento y especies vinculadas al delito, usadas para sostener la venta en distintos puntos de la comuna, lo que confirma la sofisticación y alcance de estas redes.
Sin embargo, la comunidad de Mirasol y las poblaciones afectadas han expresado preocupación por la violencia y el temor cotidiano que estas organizaciones generan. Voces vecinales, recogidas por medios locales, plantean que la detención de los miembros de esta banda es solo una parte visible de un problema social más profundo, que incluye pobreza, falta de oportunidades y deficiencias en políticas preventivas.
Perspectivas políticas y sociales encontradas
En el plano nacional, el caso ha reactivado el debate sobre la política de drogas y seguridad. Por un lado, sectores conservadores y autoridades policiales han defendido la necesidad de endurecer las penas y aumentar los recursos para fuerzas especiales, argumentando que solo con mano dura se puede frenar el avance del narcotráfico.
En contraste, organizaciones sociales y académicos han alertado sobre el riesgo de criminalizar a las comunidades y han pedido un enfoque integral que combine prevención, rehabilitación y desarrollo social. La académica en criminología María Fernández advierte que "sin abordar las causas estructurales, estos operativos serán parches temporales que no desmantelarán la raíz del problema".
Este choque de visiones refleja la tensión entre la urgencia de resultados visibles y la complejidad de un fenómeno que involucra factores económicos, sociales y culturales profundos.
Verdades emergentes y consecuencias a mediano plazo
A más de cinco meses del operativo, se puede constatar que la acción policial fue efectiva para desarticular una red específica, pero no ha significado una reducción sostenida del tráfico en Puerto Montt. Los datos oficiales muestran que la oferta de drogas sigue siendo accesible en varias comunas, y la violencia asociada no ha disminuido significativamente.
Además, la prisión preventiva de los detenidos ha generado cuestionamientos sobre el sistema de justicia y los procesos penales, especialmente en cuanto a garantías y derechos humanos, en un contexto donde la presión social exige respuestas rápidas.
En conclusión, este episodio pone en escena la tragedia cotidiana que viven muchas comunidades: un círculo vicioso donde la pobreza y la exclusión alimentan el narcotráfico, que a su vez perpetúa la inseguridad y la violencia. La desarticulación de la banda en Puerto Montt es un triunfo parcial, que invita a la reflexión profunda sobre cómo Chile enfrenta este desafío, más allá de la urgencia y la espectacularidad policial.