El auge inesperado de los bautizos adultos en Francia: un fenómeno que desafía la secularización

Un fenómeno que sorprende a sacerdotes y sociólogos ha tomado cuerpo en Francia en los últimos dos años: el número de bautizos adultos casi se ha duplicado, con un aumento del 45% en 2025 respecto a 2023. En un país históricamente laico y con una práctica religiosa en declive, este repunte plantea interrogantes sobre las transformaciones sociales, culturales y espirituales que experimenta una sociedad europea que parecía alejarse cada vez más de la religión institucional.

La cronología de un cambio inesperado

Desde 2023, diversas diócesis francesas han reportado un incremento sostenido en la catequesis y bautizos de adultos. Durante el fin de semana de Pascua de 2025, más de 10.300 adultos y 7.400 adolescentes recibieron el sacramento, un salto notable frente a años anteriores. Este fenómeno no compensa, sin embargo, la caída en los bautizos de recién nacidos, que desde el año 2000 se han reducido a la mitad.

Voces desde el coliseo: perspectivas encontradas

Martin Dumont, secretario general del Instituto de Estudios e Investigaciones Religiosas de la Sorbona, observa que esta tendencia refleja una búsqueda de comunidad «no virtual» y un interés renovado en la espiritualidad, especialmente en jóvenes y mujeres. Para él, la presencia del Islam y otras religiones en el espacio público y digital genera interrogantes que impulsan a algunos a redescubrir el catolicismo, no como reacción defensiva, sino como una práctica más profunda y reflexiva.

Desde otro ángulo, Jérôme Fourquet, director del Instituto Francés de Opinión Pública, recuerda que la secularización sigue siendo la norma dominante. Para Fourquet, el aumento de bautizos adultos no compensa la caída histórica en bautismos infantiles, que ha sido un pilar de la identidad religiosa tradicional. En su opinión, el catolicismo francés está pasando de un modelo de transmisión heredada a uno basado en la elección individual, lo que implica menores números, pero mayor convicción entre los creyentes.

Tensiones políticas y sociales

En el espacio público francés, la laicidad continúa siendo un tema sensible. Algunos sectores políticos presionan para restringir aún más la expresión religiosa visible, mientras que otros llaman a respetar la diversidad y la libertad de culto. Esta dinámica genera tensiones que reflejan un país dividido entre la defensa de una identidad secular y el reconocimiento de pluralidades culturales y espirituales.

Consecuencias y verdades constatadas

El auge de bautizos adultos no debe interpretarse como un renacimiento masivo del catolicismo en Francia, sino como un cambio en la forma de relacionarse con la religión. La sociedad francesa está transitando hacia un catolicismo más individualizado, menos ligado a tradiciones familiares y más a convicciones personales. Este fenómeno se inscribe en un contexto de pluralidad religiosa creciente y de desafíos para la laicidad estatal.

Además, la digitalización y el uso de redes sociales han facilitado el acceso a discursos religiosos diversos, estimulando la curiosidad y el compromiso espiritual en segmentos de la población que antes permanecían al margen.

Finalmente, queda claro que aunque el catolicismo pierde en número, gana en intensidad entre quienes deciden abrazarlo. Esta paradoja invita a repensar las categorías clásicas de secularización y religiosidad, y a observar con atención las nuevas formas en que las sociedades europeas negocian su identidad cultural y espiritual en el siglo XXI.

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Fuentes: La Tercera (2025), The Economist, Instituto Francés de Opinión Pública, Instituto de Estudios e Investigaciones Religiosas de la Sorbona.