Ciadi da por finalizado arbitraje entre Wom y Estado chileno por 5G: un cierre con más preguntas que certezas
Un arbitraje que parecía interminable llegó a su fin esta semana en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), cuando se oficializó el cierre del proceso entre Wom y el Estado chileno, iniciado en agosto de 2024. La causa, que giró en torno a los retrasos e incumplimientos de la empresa en el despliegue de la red 5G, fue resuelta tras un acuerdo que pone fin a los litigios en todas las instancias judiciales y arbitrales.
El conflicto se originó cuando el Consejo de Defensa del Estado (CDE) intentó cobrar las boletas de garantía a Wom por no cumplir con los plazos estipulados en la concesión. La empresa respondió con una demanda ante el Ciadi, lo que marcó el inicio de un prolongado proceso que mantuvo en vilo a sectores clave del sector tecnológico y regulatorio.
Un acuerdo con matices y compensaciones
Tras meses de negociaciones paralelas al arbitraje, en septiembre de 2025 ambas partes sellaron un acuerdo que incluye un pago inmediato por parte de Wom equivalente al 31% de la red no entregada a tiempo, es decir, poco más de US$14 millones. Además, la compañía deberá aportar una compensación adicional de US$39 millones, que podrá ser pagada o invertida en infraestructura en un proyecto conjunto a definir, con un plazo entre 2027 y 2030.
Finalmente, Wom asumirá también los gastos generados por el proceso arbitral en el Ciadi. Este esquema de pagos escalonados busca equilibrar las responsabilidades y minimizar el impacto inmediato para la compañía, pero también deja abierta la puerta a futuros debates sobre la ejecución y supervisión del acuerdo.
Perspectivas encontradas: Estado, empresa y expertos
Desde el Estado, el cierre del arbitraje es presentado como un logro que evita una batalla judicial prolongada y que permite concentrar esfuerzos en otros casos pendientes en el Ciadi, como los conflictos con ISA y los operadores del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Sin embargo, voces críticas advierten que el acuerdo refleja falencias en la planificación y fiscalización del despliegue 5G, un proyecto estratégico para la competitividad y modernización del país.
Por su parte, Wom ha destacado que el arreglo permite superar un episodio complejo y reafirma su compromiso con la expansión y mejora de la red, aunque reconocen las dificultades que enfrentaron en el cumplimiento de los plazos originales. Expertos en telecomunicaciones y derecho internacional señalan que el caso expone la tensión entre la necesidad de inversión privada y la regulación estatal, en un contexto donde la digitalización es clave para el desarrollo económico.
Un arbitraje que deja lecciones y desafíos
El cierre del arbitraje entre Wom y el Estado chileno no solo marca el fin de un litigio, sino que también abre un espacio para reflexionar sobre la gestión pública de proyectos tecnológicos de gran escala. La experiencia evidencia la importancia de establecer mecanismos claros, transparentes y efectivos para monitorear el cumplimiento de concesiones, así como la necesidad de un diálogo fluido entre actores públicos y privados.
Además, la resolución confirma que el Estado chileno mantiene otros procesos arbitrales relevantes en curso, que podrían influir en la percepción internacional sobre el clima de inversiones en el país. La manera en que se gestionen estos casos será crucial para consolidar o debilitar la confianza de inversores extranjeros en sectores estratégicos.
En definitiva, el arbitraje por 5G entre Wom y Chile es una historia que, más allá de su conclusión formal, sigue en desarrollo en términos de sus consecuencias económicas, políticas y regulatorias. La tensión entre innovación, cumplimiento contractual y política pública permanece como un desafío latente para el futuro tecnológico del país.
Fuentes consultadas: La Tercera, Consejo de Defensa del Estado, Wom, expertos en derecho internacional y telecomunicaciones.