El virus HKU5 en la encrucijada: ¿una amenaza latente o un riesgo exagerado?

Un descubrimiento científico que sacude la vigilancia global. En junio de 2025, investigadores estadounidenses alertaron sobre un nuevo grupo de coronavirus, el HKU5, detectado en murciélagos y cercano genéticamente al MERS-CoV, que podría estar a una pequeña mutación de infectar a humanos y desencadenar una pandemia. Este hallazgo ha generado un intenso debate, que hoy, cinco meses después, sigue dividiendo a expertos, autoridades y la opinión pública.

El origen y la evolución de la alarma

El estudio, liderado por científicos de la Universidad Estatal de Washington y publicado en Nature Communications, identificó que el virus HKU5 utiliza el receptor ACE2 en murciélagos, el mismo que SARS-CoV-2 usa para infectar humanos, aunque con menor eficacia. Sin embargo, mutaciones en la proteína de espícula podrían facilitar la transmisión a humanos, como se evidenció en experimentos con inteligencia artificial que modelaron estas interacciones moleculares.

Este descubrimiento no es un hecho aislado. La historia reciente de pandemias —desde el SARS en 2003 hasta la Covid-19— demuestra que virus zoonóticos pueden saltar a humanos con consecuencias devastadoras. Por ello, la noticia encendió alarmas internacionales.

Voces enfrentadas: alarma, prudencia y política

En el escenario científico, las opiniones no son unánimes. Algunos virólogos, como Michael Letko, coautor del estudio, advierten que 'estos virus están tan estrechamente relacionados con el MERS que debemos preocuparnos si alguna vez infectan a los humanos'. Otros expertos llaman a la calma, señalando que, hasta ahora, no hay evidencia de transmisión humana y que la vigilancia debe ser rigurosa pero sin caer en el alarmismo.

Desde la política, la respuesta ha sido desigual. En Asia, donde se detectaron los primeros casos en murciélagos, gobiernos han reforzado protocolos de monitoreo y comunicación pública, buscando evitar el desgaste social que provocó la pandemia del Covid-19. En contraste, en Occidente, la atención ha sido más dispersa, con debates sobre la asignación de recursos entre amenazas inmediatas y riesgos futuros.

Impacto social y económico: ecos del pasado y temores presentes

La sociedad chilena, y globalmente, enfrenta un desgaste informativo tras años de pandemia y crisis sanitarias. 'No necesitamos más miedo, sino información clara y acciones concretas', señala una académica de salud pública en Santiago. Sin embargo, la fragmentación mediática ha dificultado una comprensión profunda, generando tanto desconfianza como fatiga colectiva.

Económicamente, la posibilidad de una nueva pandemia revive temores en sectores productivos y mercados, aunque expertos en macroeconomía advierten que la prevención y la inversión en ciencia son el mejor camino para evitar impactos mayores.

¿Qué podemos concluir?

El virus HKU5 representa un riesgo potencial, no una certeza, y su seguimiento debe ser riguroso y multidisciplinario. La experiencia acumulada con el Covid-19 ha dejado claro que la anticipación y la transparencia son claves para mitigar crisis sanitarias. Sin embargo, también ha evidenciado que el exceso de información inmediata y fragmentada puede paralizar más que informar.

Este episodio es una invitación a reflexionar sobre cómo la ciencia, la política y la sociedad enfrentan juntos amenazas invisibles, y sobre la necesidad de construir un relato colectivo que integre precaución sin caer en el pánico.

En definitiva, el desafío está en vigilar sin alarmar, en comunicar con rigor y en actuar con responsabilidad, para que la tragedia ajena no se convierta en la propia.