Corte confirma sobreseimiento de Cristián Campos: abusos constatados, culpabilidad no determinada

Corte confirma sobreseimiento de Cristián Campos: abusos constatados, culpabilidad no determinada
Actualidad
Justicia Tribunales
2025-11-27
Fuentes
cooperativa.cl www.latercera.com cambio21.cl cambio21.cl www.latercera.com cooperativa.cl www.elinformadorchile.cl www.latercera.com www.elinformadorchile.cl www.latercera.com www.biobiochile.cl www.latercera.com cooperativa.cl cooperativa.cl

- Abusos sexuales probados pero con prescripción legal que impide condena penal.

- La Corte establece que no es posible determinar la culpabilidad jurídica sin proceso previo.

- Tensión entre verdad judicial y reparación moral en un caso que expone limitaciones del sistema penal.

El drama de una verdad a medias se instaló en la justicia chilena con la resolución definitiva sobre el caso del actor Cristián Campos, acusado por su hijastra de abusos sexuales ocurridos hace más de dos décadas. El 21 de agosto de 2025, la Corte de Apelaciones confirmó el sobreseimiento definitivo del actor, no por inocencia, sino porque el delito está prescrito y además la justicia consideró que no es posible establecer su culpabilidad sin un proceso previo legalmente tramitado.

La cronología de una tragedia judicial

En mayo de este año, el 34º Juzgado del Crimen de Santiago dictó el sobreseimiento por prescripción, pero dejó claro que los abusos denunciados por Raffaella di Girolamo, su hijastra y denunciante, efectivamente ocurrieron. El fallo describe tres hechos concretos ocurridos entre 1989 y 1995, cuando la víctima tenía entre 11 y 17 años, y los califica como actos de evidente vulneración sexual.

“Los hechos descritos constituyen actos de evidente vulneración sexual, afectando directamente el bien jurídico protegido”, señaló el juez Edgardo Gutiérrez Basualto en la resolución.

Sin embargo, la responsabilidad penal se extinguió por el tiempo transcurrido, lo que impidió avanzar en un juicio penal. La Corte de Apelaciones ratificó esta decisión, enfatizando que sin un proceso previo no es jurídicamente posible determinar la culpabilidad.

Voces enfrentadas: justicia, víctimas y sociedad

Este fallo ha generado un choque frontal entre diversas perspectivas. Desde la defensa legal de Campos, se destaca la importancia de respetar la presunción de inocencia y el debido proceso, subrayando que la justicia no puede basarse en hechos prescritos sin juicio.

“No es posible condenar sin un proceso que garantice todas las garantías legales”, expresó un abogado defensor consultado.

Por otro lado, organizaciones de derechos humanos y colectivos de víctimas critican la rigidez del sistema penal y la prescripción como un obstáculo para la justicia efectiva en casos de abuso sexual infantil, especialmente cuando el daño psicológico perdura y las víctimas enfrentan barreras para denunciar a tiempo.

“La justicia formal no siempre coincide con la justicia moral. Este caso es un ejemplo doloroso de cómo la ley puede fallar a las víctimas”, señaló una representante de la Fundación para la Protección de Víctimas de Abuso.

Contexto histórico y desafíos del sistema penal

Este caso pone en evidencia una tensión histórica en el sistema chileno: la dificultad para procesar delitos sexuales antiguos, donde la prueba material suele ser escasa y la memoria de las víctimas se vuelve el centro del debate.

Expertos en derecho penal y psicología forense señalan que la prescripción, aunque necesaria para la seguridad jurídica, puede convertirse en un mecanismo que deja impunes crímenes graves. Además, la ausencia de un proceso formal limita la posibilidad de reparación integral para la víctima y de esclarecimiento público.

Constataciones finales

La sentencia definitiva sobre Cristián Campos confirma una verdad incómoda: los abusos existieron y causaron daño, pero la justicia penal no logró establecer responsabilidad jurídica por prescripción y falta de proceso. Este desenlace deja al descubierto las limitaciones del sistema legal para abordar casos de abuso sexual infantil ocurridos en el pasado, y abre un debate sobre la necesidad de reformas que permitan equilibrar garantías procesales con el derecho a la verdad y la reparación.

Para la sociedad chilena, este caso es un espejo doloroso donde se enfrentan la memoria, la justicia y la impunidad, invitándonos a reflexionar sobre cómo construir un sistema que no solo castigue, sino que también escuche y proteja a las víctimas de manera efectiva.