La presidencia dividida de SQM: un tablero de poder en disputa
En un escenario donde el poder y la estrategia corporativa se entrelazan con intereses nacionales e internacionales, el 27 de mayo de 2025 el directorio de SQM eligió a Gina Ocqueteau como presidenta, en una votación dividida que evidenció profundas fracturas internas. Este episodio no solo marcó un hito por ser la primera mujer en presidir la minera no metálica, sino que también puso en evidencia el delicado equilibrio entre los accionistas que controlan la empresa, cuyas decisiones repercuten en la industria del litio, un recurso clave para la transición energética global.
La renuncia simultánea de Gonzalo Guerrero y Patricio Contesse, figuras ligadas al influyente empresario Julio Ponce Lerou, abrió la puerta a esta contienda de poder. El directorio quedó dividido entre dos bloques: por un lado, el grupo Pampa Calichera y la japonesa Kowa, que controlan la mayoría de las acciones de la serie A y respaldaron a Ocqueteau; por otro, la china Tianqi, dueña del 22% de la empresa, que propuso al independiente Antonio Gil.
La votación final fue un reflejo de esta división: cuatro votos a favor de Ocqueteau, tres para Gil y una abstención del propio Gil. Según los estatutos, en caso de empate la decisión recaería en los directores de la serie A, pero al no producirse, la elección quedó en suspenso, con una presidencia que nace sin consenso pleno.
Desde la perspectiva política, este episodio revela la influencia que actores nacionales y extranjeros ejercen en una empresa estratégica para Chile. Mientras Ponce Lerou mantiene un control tácito a través de sus representantes, la irrupción de Tianqi representa un desafío a ese dominio, con un enfoque más alineado a intereses globales y a la expansión del litio en mercados asiáticos.
Socialmente, la designación de una presidenta mujer en un sector históricamente dominado por hombres ha sido recibida con expectativas y críticas. Algunos sectores valoran la renovación y la diversidad, mientras que otros cuestionan si este cambio es más simbólico que efectivo, dada la continuidad de las alianzas tradicionales.
Económicamente, SQM reportó utilidades por US$138 millones en el primer trimestre de 2025, con una producción récord de litio de 55 mil toneladas, aunque con precios deprimidos por debajo de los US$10 mil la tonelada. Este contexto tensiona la capacidad de la empresa para capitalizar la demanda creciente de baterías eléctricas y energías limpias.
En definitiva, la presidencia dividida de SQM es un microcosmos de las tensiones que atraviesan la minería chilena: entre tradición y cambio, entre actores nacionales y globales, y entre desafíos económicos y sociales. La fractura en el directorio no solo es un problema interno, sino un reflejo de las complejas dinámicas que moldean el futuro del litio, recurso esencial para la sustentabilidad y la competitividad internacional de Chile.
Como señaló un experto en minería consultado por La Tercera, "esta elección revela que el poder en SQM no está consolidado, y que las decisiones estratégicas deberán navegar una constante negociación entre intereses contrapuestos". El desenlace de esta historia aún está por escribirse, pero queda claro que la presidencia de Ocqueteau será un escenario de desafíos y confrontaciones, donde cada movimiento será observado con lupa por el país y el mundo.
Fuentes: La Tercera, análisis de mercado, entrevistas con expertos en minería y derecho corporativo.