Académicos chilenos denuncian genocidio en Gaza: una guerra que expone las fracturas del derecho internacional y la comunidad global

Un clamor desde Chile que trasciende fronteras

El 26 de mayo de 2025, más de 540 académicos y académicas de diversas universidades chilenas firmaron una declaración pública donde calificaron la ofensiva israelí en Gaza como un "genocidio" y una "guerra de exterminio contra un pueblo indefenso". Esta voz colectiva, que incluye profesores eméritos y Premios Nacionales, no sólo denuncia la destrucción masiva de infraestructura civil —escuelas, hospitales, hogares— sino también la sistemática violación de las normas del Derecho Internacional Humanitario.

"La población civil es arreada de un lugar a otro, como si de animales se tratara, para luego arrasar los lugares que son forzados a abandonar", expresaron, subrayando que la cifra de víctimas supera las 60 mil, en su mayoría mujeres y niños.

Una tragedia expuesta a plena luz del día

Lejos de ser un conflicto aislado o un episodio pasajero, este enfrentamiento ha revelado la profunda crisis humanitaria y moral que enfrenta la comunidad internacional. Mientras algunos gobiernos y actores políticos mantienen un silencio cómplice o justifican la acción militar bajo la premisa de seguridad, académicos y organizaciones de derechos humanos alertan sobre la repetición de patrones históricos de exterminio.

"Muchos pensábamos que la época de los genocidios a manos de potencias autodenominadas ‘civilizadoras’ había terminado", señalaron los firmantes, evocando el recuerdo del Holocausto y la indiferencia mundial que lo permitió.

Perspectivas encontradas: entre la seguridad y la justicia

El debate en Chile y el mundo no ha sido unánime. Desde una mirada gubernamental y ciertas corrientes políticas, la operación israelí se presenta como una respuesta legítima a amenazas terroristas y un esfuerzo por garantizar la seguridad nacional. En contraste, voces sociales y académicas insisten en que la desproporción del uso de la fuerza y la afectación masiva a civiles inocentes constituyen crímenes de guerra.

Regionalmente, la postura chilena refleja esta tensión: sectores conservadores critican la declaración académica por considerarla parcializada, mientras movimientos sociales y organizaciones de derechos humanos la apoyan como un acto necesario de conciencia y ética.

La comunidad educativa como actor moral

La iniciativa de los académicos no se limita a una denuncia; es también un llamado a la acción ética y política. Invitan a la comunidad educativa a romper el silencio y a comprometerse con la defensa de la dignidad humana y la justicia internacional.

"Como parte de una comunidad educativa que debe regirse por principios éticos, humanitarios y de justicia, no podemos ni debemos guardar silencio ante esta tragedia", enfatizaron.

Conclusiones y consecuencias visibles

Esta declaración chilena pone en evidencia varias verdades incómodas: la persistencia de conflictos irresueltos que desafían el orden internacional, la fragilidad de los mecanismos de protección de civiles en guerra y la compleja interacción entre seguridad y derechos humanos.

Además, la polarización en torno al conflicto palestino-israelí se refleja en la sociedad chilena, evidenciando las dificultades para construir consensos en torno a temas globales que impactan localmente.

Finalmente, la acción de estos académicos marca un precedente en la participación activa de la sociedad civil y el mundo académico en asuntos internacionales, subrayando la importancia de la memoria histórica y la ética en la política global.

Fuentes: Declaración pública de académicos chilenos (Radio Universidad de Chile, 2025-05-26); análisis de organizaciones de derechos humanos; informes internacionales sobre la situación en Gaza.