
El domingo 24 de noviembre, a las 17:27 horas, Amílcar Olivares Cárdenas, un interno del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina II, logró evadir los controles de seguridad y escapar saltando una pandereta del penal. Este reo, imputado por robo con intimidación y con antecedentes de fuga previa en 2009, había ingresado nuevamente al recinto en julio de este año. Su conocimiento previo del establecimiento, adquirido tras cumplir condena y desempeñarse como "mozo" dentro del penal, facilitó la planificación y ejecución de la fuga, según confirmó el subsecretario de Justicia, Ernesto Muñoz.
Ante esta emergencia, Gendarmería y Carabineros desplegaron un operativo conjunto para su búsqueda y recaptura, que se concretó cuatro días después en la comuna de Lo Espejo, durante un control preventivo policial. Olivares intentó identificarse con un nombre falso, pero fue reconocido y detenido, quedando a disposición del Ministerio Público.
La fuga desnudó una serie de fallas administrativas y de seguridad en Colina II. Un sumario interno de Gendarmería reveló una “cadena de fallas garrafales e injustificadas” en los controles y protocolos, que facilitaron la evasión. Como consecuencia, seis funcionarios fueron suspendidos, cinco de ellos desvinculados, entre ellos el jefe de la unidad penitenciaria y dos oficiales. Según el director nacional de Gendarmería, coronel Rubén Pérez, estas medidas se tomaron tras determinar responsabilidades administrativas ineludibles.
Desde el Gobierno, el ministro de Justicia, Luis Cordero, calificó el episodio como “lamentable” y enfatizó que no se descarta ninguna línea investigativa, incluyendo la posibilidad de corrupción o negligencia grave. El subsecretario Muñoz reconoció que pese a existir un plan de 17 medidas de seguridad implementado tras fugas anteriores, estas no se cumplieron íntegramente en este caso.
Las voces en torno a este episodio se dividen en varios planos:
- Desde la derecha política, se enfatiza la necesidad de fortalecer la seguridad penitenciaria y revisar protocolos para evitar que internos con antecedentes de fuga tengan acceso a roles que les otorguen libertades dentro del penal.
- Sectores progresistas y organizaciones de derechos humanos advierten sobre las condiciones estructurales del sistema penitenciario chileno, que no solo permiten estas fugas, sino que también reflejan la precariedad y falta de recursos que afectan la rehabilitación y seguridad.
- Expertos en seguridad y criminología llaman a una revisión profunda del sistema de vigilancia, formación y supervisión del personal de Gendarmería, así como a evaluar el impacto de la sobrepoblación y la gestión interna en la vulnerabilidad del sistema.
En la comunidad local de Colina y en el sector de Lo Espejo, donde ocurrió la recaptura, la noticia generó una mezcla de alivio y preocupación. Vecinos expresaron inquietud sobre la seguridad ciudadana y cuestionaron la eficacia de los controles estatales.
Este episodio, más allá de la anécdota de una fuga y recaptura, pone en evidencia las debilidades estructurales de la seguridad penitenciaria en Chile, la necesidad de una gestión transparente y responsable, y el desafío de equilibrar la custodia con la rehabilitación efectiva. La suspensión y desvinculación de funcionarios es solo el primer paso; la verdadera prueba estará en las reformas y cambios que se implementen para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse.
Conclusiones:
- La fuga de Amílcar Olivares Cárdenas fue posible por fallas administrativas y protocolos vulnerados, no solo por la acción individual del interno.
- La recaptura fortuita expone la fragilidad en el control y seguimiento de internos con antecedentes de evasión.
- La suspensión y llamada a retiro de funcionarios, incluido el jefe de Colina II, muestra que las responsabilidades están claras, pero también abre la discusión sobre el sistema y sus falencias.
- El debate público se polariza entre quienes piden mayor mano dura y quienes reclaman mejoras estructurales y respeto a derechos humanos.
- La seguridad penitenciaria chilena enfrenta un momento crítico que exige una revisión profunda, con transparencia, recursos y un enfoque integral para evitar que episodios como este se vuelvan a repetir.
Fuentes consultadas incluyen reportes de ADN Radio, La Tercera, Cooperativa, BioBioChile y declaraciones oficiales del Ministerio de Justicia y Gendarmería de Chile.