Crisis habitacional en Chile: 120 mil familias en campamentos: El crecimiento que desnuda fallas estructurales y tensiones políticas

Un drama que se repite y se agrava. En Chile, más de 120 mil familias habitan en 1.428 campamentos, un fenómeno que no solo refleja la crisis habitacional sino que también exhibe las tensiones sociales y políticas que este problema arrastra. Según el "Catastro Nacional de Campamentos 2024-2025" elaborado por TECHO-Chile, el número de familias en campamentos aumentó un 5,9% respecto a 2022-2023, alcanzando un 2,1% del total de hogares del país.

El origen y evolución de un problema estructural

Este incremento sostenido desde 2019 no es homogéneo: regiones como Maule y Coquimbo reportan subidas de hasta 84% y 41,6%, respectivamente, mientras que otras como Aysén muestran disminuciones. El fenómeno concentra la mayor cantidad de familias en Valparaíso, Metropolitana, Antofagasta y Biobío, con comunas como Viña del Mar y Alto Hospicio como focos críticos.

Más de la mitad (51,3%) de las familias en campamentos se asentaron después de 2010, y una de cada cinco tras 2020. Esto evidencia que la crisis no es coyuntural, sino que responde a fallas estructurales: escasa oferta de viviendas sociales, altos precios de arriendo, desigualdad urbana y largos tiempos de espera para soluciones habitacionales, que pueden superar los 11 años.

Diversidad y desplazamiento: migración y desalojos

El fenómeno migratorio ha sido un motor clave. Entre 2022 y 2025, 47.391 familias migrantes se sumaron a los campamentos, un aumento del 19,7%. Regiones del norte y centro, como Tarapacá y Metropolitana, concentran campamentos con más del 60% de familias migrantes. Esto ha generado una diversidad cultural inédita en estos espacios, pero también desafíos en integración y políticas públicas adaptadas.

Por otro lado, los desalojos forzosos mantienen la presión. 229 campamentos están bajo amenaza de desalojo, afectando a 43.583 familias. En regiones como Metropolitana y Antofagasta, estas familias desplazadas se ven forzadas a trasladarse a otros campamentos o regresar a condiciones de allegamiento, perpetuando un ciclo de exclusión y precariedad.

Respuestas estatales bajo la lupa

El Plan de Emergencia Habitacional, vigente desde 2022, busca atacar el déficit con programas como Gestión Habitacional (relocación a vivienda definitiva) y Construyendo Barrios (mejoras en servicios y urbanización). Sin embargo, ningún proyecto Construyendo Barrios está terminado y el efecto de Gestión Habitacional es insuficiente frente al aumento de campamentos. Muchos cierres de campamentos se atribuyen a movimientos internos, desalojos o retorno al allegamiento.

La oposición, representada por diputadas de Renovación Nacional, ha denunciado abandono estatal y falta de información actualizada, exigiendo informes y catastro de familias en situación de calle o hacinamiento tras desalojos. "La falta de información precisa y actualizada solo perpetúa la falta de soluciones. Es hora de que el Gobierno entregue respuestas claras y acciones concretas", afirmó la diputada Carla Morales.

Reconocimiento oficial y promesas de cambio

El ministro de Vivienda, Carlos Montes, admitió la lentitud en la respuesta y la complejidad del sistema de postulaciones, que deja fuera a muchas familias organizadas en campamentos. "La verdad es que se ha aumentado. Debería ser mucho mayor el porcentaje de familias de campamentos en proyectos habitacionales", reconoció.

Además, valoró la reciente aprobación de una ley que agiliza la habilitación de terrenos y permisos de construcción, orientada a destrabar nudos críticos y fortalecer el Plan de Emergencia Habitacional y el Plan Ciudades Justas.

Voces en conflicto: la tragedia de la exclusión habitacional

El escenario es un coliseo donde convergen la desesperación de familias que sufren la precariedad y el desplazamiento, la presión política entre oposición y gobierno, y la complejidad técnica y burocrática de las soluciones habitacionales. Mientras la migración y los desalojos tensan aún más el tejido social, las respuestas estatales parecen insuficientes o tardías.

Constataciones y consecuencias

- La crisis habitacional en Chile no solo persiste, sino que se profundiza y diversifica, afectando especialmente a familias migrantes y vulnerables.

- Las soluciones estatales, aunque existen, enfrentan obstáculos de ejecución, lentitud y cobertura insuficiente.

- La falta de un catastro actualizado y transparente limita la capacidad de diseñar políticas efectivas y focalizadas.

- La tensión entre actores políticos refleja una disputa por la responsabilidad y el enfoque, pero también un reconocimiento compartido de la gravedad del problema.

En definitiva, sin una acción estructural, coordinada y con enfoque social integral, el crecimiento de campamentos continuará siendo la expresión visible de una tragedia social que afecta a miles y desafía la cohesión urbana y política del país.

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Fuentes: TECHO-Chile, Ministerio de Vivienda, declaraciones de diputadas RN Carla Morales y Marcia Raphael, y análisis del "Catastro Nacional de Campamentos 2024-2025".