
Un caso que estremeció a Chile en noviembre de 2024 ha llegado a un punto decisivo. El 2 de mayo de 2025, el Tribunal de Justicia dictaminó el sobreseimiento definitivo de Arturo Vidal en la causa por presunta agresión sexual ocurrida en Vitacura el 3 de noviembre de 2024. Tras seis meses de investigación, el Ministerio Público concluyó que no existían antecedentes suficientes para sostener la acusación contra el futbolista, decisión que ha generado un debate intenso y polarizado en la sociedad chilena.
La denuncia fue presentada por una mujer que aseguró que su hermana había sido víctima de una agresión sexual durante una celebración en el bar "Mía Bar" de Vitacura. Según el relato, la joven habría sido drogada y mantenido un encuentro íntimo no consentido con Vidal. La policía acudió al lugar, y el futbolista fue trasladado a la 37ª Comisaría para realizar un control de identidad investigativo. Se tomaron declaraciones a testigos, se revisaron cámaras de seguridad y se realizaron exámenes biológicos.
La defensa de Vidal, encabezada por el abogado José Pablo Forteza, solicitó el sobreseimiento, el cual fue acogido por el tribunal. "Se entiende que no habría ocurrido un delito", explicó el fiscal de género Felipe Cembrano, resaltando que la investigación fue exhaustiva y que el Ministerio Público dejó la decisión en manos del tribunal.
Este desenlace no ha sido recibido de manera unánime. Desde sectores conservadores y simpatizantes del futbolista, la resolución es vista como una victoria de la justicia y una defensa de la presunción de inocencia. "Es un alivio que se haya hecho justicia y que se haya respetado el debido proceso", afirmó un dirigente deportivo cercano a Vidal.
En contraste, organizaciones feministas y activistas por los derechos de las mujeres han expresado su preocupación por lo que consideran una posible revictimización y la dificultad para acreditar delitos sexuales en el sistema judicial chileno. "Este caso expone las falencias estructurales para proteger a las víctimas y garantizar justicia real", señaló una vocera de la Coordinadora Feminista 8M.
A nivel social, la discusión ha puesto en el centro el debate sobre la cultura del consentimiento y la presión mediática sobre figuras públicas. Algunos analistas subrayan cómo la fama puede influir en la percepción pública y en la cobertura de casos judiciales, mientras que otros advierten sobre el riesgo de juicios paralelos que erosionan la confianza en las instituciones.
El sobreseimiento definitivo de Vidal cierra su capítulo judicial, pero no apaga la conversación pública sobre agresiones sexuales y justicia en Chile. La resolución judicial confirma la importancia de un proceso riguroso y basado en evidencias, pero también revela las tensiones sociales y culturales que rodean estos casos.
Queda claro que la sociedad chilena enfrenta un desafío: cómo equilibrar la protección de los derechos de las víctimas con la garantía del debido proceso para los acusados, especialmente cuando involucra a figuras públicas. El caso Vidal se convierte así en un espejo de esta compleja realidad.
La justicia ha hablado, pero las preguntas sobre prevención, educación y reforma legal continúan abiertas. Como espectadores de esta tragedia ajena, queda la invitación a una reflexión profunda y crítica sobre el sistema judicial y las dinámicas sociales que influyen en estos episodios.
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Fuentes: La Tercera, declaraciones del Ministerio Público, entrevistas con organizaciones feministas y expertos en derecho penal.