Trump proclama éxito sin consenso: ¿los mejores 100 días o un espejismo político?

En medio del ruido político estadounidense, Donald Trump celebró el 29 de abril de 2025 sus primeros 100 días en la Casa Blanca como los "más exitosos" de cualquier administración. Sus palabras, pronunciadas ante una multitud en Michigan, buscan consolidar una narrativa triunfalista que, sin embargo, enfrenta un panorama complejo y profundamente dividido.

El presidente republicano aseguró: "Este es el mejor comienzo de cualquier presidente en la historia. Acabamos de empezar. No han visto nada todavía". Esta afirmación fue acompañada de críticas a sus adversarios políticos, medios de comunicación y aliados internacionales, en un discurso que rememora sus mítines de campaña más combativos.

Sin embargo, el contexto revela una realidad más matizada. Por un lado, sus seguidores y sectores conservadores destacan avances en áreas clave como la economía —con medidas proteccionistas y una guerra comercial con China—, seguridad fronteriza y reformas en educación y tecnología. Para ellos, "estos 100 días representan un giro decisivo hacia la recuperación y el fortalecimiento nacional", según declaraciones recogidas por La Tercera.

Por otro lado, analistas políticos y opositores demócratas cuestionan la profundidad y sostenibilidad de estos logros. Las encuestas recientes muestran un rechazo mayoritario: un 55% desaprueba la gestión de Trump, mientras que sólo un 44% la respalda. Críticos señalan que su estilo confrontacional y decisiones unilaterales han exacerbado la polarización social y generado incertidumbre en sectores económicos y diplomáticos.

Desde una perspectiva internacional, la estrategia de Trump ha tensado las relaciones con aliados tradicionales y ha provocado reacciones adversas en mercados globales. La imposición de aranceles y la retórica proteccionista han sido interpretadas como un retroceso en la cooperación multilateral, con consecuencias que aún se están evaluando.

En el ámbito judicial y de derechos civiles, las medidas impulsadas han generado controversias y procesos legales que podrían modificar el alcance de su mandato. Además, su crítica abierta a jueces y la Reserva Federal ha puesto en jaque la independencia de instituciones clave.

En síntesis, el balance de estos primeros 100 días es un terreno de disputa donde convergen la euforia partidista y la preocupación ciudadana. Mientras Trump proclama un inicio sin precedentes, la evidencia apunta a una administración marcada por la fractura y la incertidumbre. El verdadero impacto de estas políticas y estilos de gobierno se medirá en los meses y años venideros, cuando las consecuencias sociales, económicas y políticas se manifiesten con mayor claridad.

Este episodio invita a una reflexión profunda sobre el modo en que se construyen las narrativas presidenciales y cómo estas se enfrentan a la complejidad de un país dividido, donde la catarsis del espectáculo político convive con la tragedia social y la esperanza de cambio.