
Un invento chileno que marcó la historia del rescate minero vuelve a estar bajo la lupa judicial. En noviembre de 2022, el ingeniero Rodrigo Reveco presentó una demanda contra Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar), acusándola de fabricar y exhibir sin autorización 10 réplicas de la Cápsula Fénix, utilizada en el rescate de los 33 mineros en 2010. Este episodio, que parecía cerrado tras decisiones adversas en tribunales inferiores, ha escalado hasta la Corte Suprema, donde el debate sobre propiedad intelectual, reconocimiento y beneficios económicos se juega con intensidad.
La patente N° 49.691, registrada por Reveco, reconoce su autoría sobre el diseño e invención de la cápsula. Sin embargo, Asmar, entidad estatal con presencia en Valparaíso, Talcahuano y Punta Arenas, ha replicado el dispositivo para exhibiciones públicas y, según el denunciante, para obtener ingresos sin su consentimiento.
'Asmar utiliza la patente en su provecho, exhibiendo la cápsula e individualizándola como propia, cuando la realidad es distinta', sostiene la defensa del ingeniero. Por su parte, Asmar ha mantenido una posición más reservada, evitando declaraciones públicas directas, pero defendiendo la legitimidad de su uso y la importancia patrimonial del objeto.
Desde la mirada de Reveco y sus defensores, se trata de un caso emblemático de respeto a la propiedad intelectual, donde la innovación privada no puede ser apropiada por una institución estatal sin compensación.
En contraste, sectores que valoran la cápsula como símbolo nacional y patrimonio colectivo cuestionan la privatización de un invento que trascendió su origen para convertirse en un ícono histórico y cultural. Algunos expertos en derecho público advierten que el uso estatal de la cápsula para fines educativos y museográficos podría estar amparado bajo figuras legales especiales, complicando el panorama.
La fabricación y exhibición de réplicas han generado ingresos, según Reveco, sin que él haya recibido compensación. Este punto abre un debate sobre el equilibrio entre reconocimiento moral y beneficio económico en casos de inventos que adquieren un valor público relevante.
Además, la disputa pone en evidencia la tensión entre el impulso a la innovación privada y la preservación de la memoria colectiva, un dilema frecuente en sociedades que buscan valorizar su historia sin desincentivar la creatividad.
Tras el rechazo de la demanda en primera y segunda instancia, la apelación ante la Corte Suprema representa la última oportunidad para que Reveco vea reconocido su reclamo. En paralelo, la Fundación Cardoen presentó un recurso de casación, y Codelco desistió de continuar la nulidad, consolidando un complejo entramado jurídico.
El fallo de la Suprema no solo definirá la propiedad de la patente, sino que también sentará un precedente sobre la relación entre inventores privados y entidades estatales en Chile.
Este caso revela la dificultad de armonizar derechos individuales con intereses colectivos cuando un invento trasciende su función original para convertirse en un símbolo nacional. La controversia invita a reflexionar sobre la necesidad de marcos legales claros que protejan la innovación sin sacrificar el patrimonio cultural.
Asimismo, pone en evidencia la importancia de reconocer y compensar adecuadamente a los creadores, evitando que la historia de un invento se convierta en un campo de batalla jurídico que eclipsa su valor social.
El desenlace judicial, esperado con atención, será un termómetro sobre cómo Chile equilibra innovación, justicia y memoria en un mundo donde lo público y lo privado se entrecruzan cada vez más.
2025-11-03