Intento de femicidio en Paillaco: la prisión preventiva que desató un debate sobre violencia intrafamiliar y justicia

Un domingo que marcó a Paillaco. El 20 de abril de 2025, un hombre fue dejado en prisión preventiva tras ser formalizado por intento de femicidio contra su conviviente. El caso, que ha trascendido la región de Los Ríos, no solo expone la crudeza de la violencia intrafamiliar en zonas rurales, sino que también pone en evidencia las tensiones que se viven entre la urgencia de proteger a las víctimas y las garantías procesales de los imputados.

El Juzgado de Garantía de Paillaco decretó la prisión preventiva argumentando que la libertad del acusado representaba un peligro para la seguridad de la víctima y la sociedad, fijando un plazo de investigación de 80 días. El fiscal subrogante, Carlos Silva, detalló que el agresor y la víctima tenían un hijo en común, lo que añade una dimensión social y emocional al caso.

Una tragedia que convoca voces enfrentadas

Desde el espectro político, las reacciones han sido variadas. Por un lado, sectores progresistas y organizaciones feministas han celebrado la medida como un paso necesario para dar señales claras contra la violencia machista, especialmente en localidades donde el acceso a la justicia suele ser más limitado. 'La prisión preventiva es una herramienta vital para proteger a las mujeres y evitar que la violencia escale', afirmó una representante regional de una ONG de derechos de la mujer.

Sin embargo, voces desde la derecha y algunos sectores judiciales plantean preocupaciones sobre la presunción de inocencia y el uso extensivo de la prisión preventiva. 'No podemos sacrificar garantías fundamentales en nombre de la urgencia social; cada caso debe ser evaluado con rigor y proporcionalidad', señaló un abogado penalista consultado.

Impacto regional y social: más que un caso aislado

Paillaco, como muchas comunas rurales de Chile, enfrenta desafíos particulares: la violencia de género se entrelaza con factores culturales, económicos y sociales que dificultan la denuncia y la protección efectiva. La comunidad ha reaccionado con conmoción y también con un llamado a fortalecer redes de apoyo y prevención.

Organizaciones locales y autoridades han reconocido que, aunque la prisión preventiva es una medida de corto plazo, es urgente abordar las causas estructurales que permiten que estos episodios ocurran. Esto incluye mejorar la educación en igualdad, acceso a servicios de salud mental y fortalecer la presencia policial y judicial en zonas apartadas.

Constataciones y consecuencias

Este caso, lejos de ser un episodio aislado, refleja la compleja realidad de la violencia de género en Chile, donde el sistema judicial se encuentra en una encrucijada entre la protección inmediata y las garantías procesales. La prisión preventiva en Paillaco se ha convertido en un símbolo de esta tensión.

La investigación de 80 días será clave para determinar responsabilidades y, sobre todo, para evaluar la efectividad de las medidas preventivas y de protección implementadas. Mientras tanto, las voces que llaman a un enfoque integral —que combine justicia, prevención y apoyo social— ganan terreno.

En definitiva, la tragedia que vive la víctima y su entorno invita a la reflexión profunda sobre cómo Chile enfrenta la violencia intrafamiliar, especialmente en sus territorios más vulnerables. No se trata solo de castigar, sino de comprender y transformar un ciclo que sigue cobrando vidas y esperanzas.