EE.UU. pone en jaque el proceso de paz Rusia-Ucrania: ¿Se acerca el fin de las negociaciones?

EE.UU. pone en jaque el proceso de paz Rusia-Ucrania: ¿Se acerca el fin de las negociaciones?
Internacional
Conflictos
2025-11-29
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- Estados Unidos amenaza con abandonar las negociaciones si no hay avances concretos en días.

- El Kremlin reconoce avances pero denuncia la militarización creciente de Europa.

- Francia mantiene una postura optimista, marcando una tensión palpable en el tablero diplomático.

En un escenario que se ha ido tornando cada vez más tenso y complejo, el 18 de abril de 2025, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio lanzó una advertencia contundente: si las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania no producen avances en cuestión de días, Estados Unidos podría abandonar el proceso. Esta declaración, lejos de ser una simple expresión diplomática, ha encendido las alarmas en el ámbito internacional por la posible ruptura de un esfuerzo que ya lleva años en marcha.

Desde Washington, Rubio enfatizó que "si estamos tan distanciados, el presidente Trump probablemente dirá que hemos terminado". Su mensaje no solo refleja un pesimismo creciente en la administración estadounidense, sino también una estrategia que busca presionar para acelerar resultados concretos en un conflicto que ha desgarrado Europa del Este y ha trastocado la geopolítica global.

Por su parte, el Kremlin ha respondido con una mezcla de cautela y firmeza. Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, reconoció "avances concretos" en las negociaciones, particularmente en la moratoria provisional para no atacar infraestructuras energéticas ucranianas. Sin embargo, no dudó en denunciar una creciente "militarización de Europa" y una falta de llamados europeos genuinos a favor de la paz.

Esta acusación no es menor, pues refleja el profundo desencuentro entre las partes sobre las causas y responsabilidades del conflicto, así como sobre las condiciones para una paz duradera. Moscú insiste en que, aunque abierto al diálogo, la realidad sobre el terreno y las tensiones políticas dificultan llegar a acuerdos definitivos.

En medio de este choque de perspectivas, Francia ha intentado jugar un papel de mediador optimista. Benjamin Haddad, ministro delegado francés para Europa, aseguró que existe un "alineamiento" entre Estados Unidos, Europa y Ucrania para lograr una paz sostenible, manteniendo además la continuidad en la entrega de armas a Kiev. Esta postura pone en evidencia la diversidad de enfoques incluso dentro del bloque occidental, donde la presión por avanzar se mezcla con la prudencia y la estrategia militar.

Desde una óptica regional, la situación ha generado inquietud en Europa del Este, donde la prolongación del conflicto impacta no solo en la seguridad sino en la estabilidad económica y social. Para Ucrania, la negociación es una cuestión de supervivencia nacional; para Rusia, un conflicto con raíces profundas en su seguridad estratégica y su influencia regional.

Las conversaciones trilaterales en París, que reunieron a representantes estadounidenses, europeos y ucranianos, mostraron la complejidad de conciliar intereses divergentes y la dificultad de lograr un consenso que satisfaga a todas las partes.

En conclusión, lo que emerge de este episodio es un cuadro de incertidumbre y desgaste. La amenaza estadounidense de retirarse del proceso de paz no solo pone en riesgo los avances logrados, sino que también expone las profundas fracturas en la comunidad internacional respecto al manejo del conflicto.

La verdad, al cabo de meses de negociaciones y tensiones, es que la paz parece aún lejana y condicionada por factores que van más allá del campo diplomático: intereses geopolíticos, presiones internas y la dinámica de poder global. Lo que está en juego no es solo el fin de una guerra, sino la capacidad del sistema internacional para mediar en conflictos complejos sin sucumbir a la polarización y al desgaste.

Así, mientras el reloj avanza y las declaraciones se vuelven más duras, la comunidad internacional observa expectante, consciente de que la tragedia que sufre Ucrania podría prolongarse si no se encuentran caminos efectivos para la resolución. La historia de este proceso de paz es, en definitiva, una lección sobre la fragilidad de los acuerdos en tiempos de confrontación global.