El litio de SQM no corre riesgo por aranceles de EE.UU.: Asia sigue siendo el verdadero mercado

El litio de SQM no corre riesgo por aranceles de EE.UU.: Asia sigue siendo el verdadero mercado
Economía
Minería y Energía
2025-11-29
Fuentes
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- El 93% de las ventas de litio de SQM se destina a Asia, no a Estados Unidos.

- Solo un 2,6% del litio producido por SQM llega al mercado norteamericano, minimizando el impacto de posibles aranceles.

- La competencia global se intensifica, pero SQM mantiene liderazgo con un 17% del mercado mundial en 2024.

En el escenario global del litio, donde las tensiones comerciales y las políticas arancelarias parecen dictar el ritmo, Chile y en particular SQM, el gigante local, han sorteado una tormenta que podría haberlos puesto en jaque. El 17 de abril de 2025, el gobierno estadounidense inició una investigación para evaluar posibles aranceles al litio importado, invocando razones de seguridad nacional. Sin embargo, a más de siete meses de ese anuncio, los datos financieros y comerciales revelan que el impacto directo sobre SQM es mínimo, casi anecdótico, y que el verdadero pulso de esta industria se juega en otro continente.

Asia: el mercado que manda

La narrativa inicial que vinculaba la amenaza arancelaria estadounidense con un riesgo inminente para SQM se desmorona ante la evidencia. El 93% de las ventas de litio de SQM se dirigen a Asia, mientras que solo un 2,6% llega a Estados Unidos. Esta distribución geográfica de las exportaciones explica por qué la posible medida arancelaria, que podría haber afectado a uno de los minerales más estratégicos para la transición energética, no ha sacudido a la compañía ni a la economía chilena con la fuerza esperada.

Desde la perspectiva del gobierno chileno y los expertos en minería, esto confirma que la dependencia de Estados Unidos en el litio chileno es limitada, y que la relación comercial con Asia, especialmente con China, sigue siendo el eje central. La alta concentración asiática no solo refleja la demanda creciente de baterías para vehículos eléctricos y almacenamiento energético, sino también una cadena de valor global que se ha reconfigurado en la última década.

La competencia y el juego de cuotas

SQM no está sola en esta arena. Su principal rival, la estadounidense Albemarle, mantiene una cuota de mercado global del 14%, según las estimaciones de 2024, en comparación con el 17% de SQM. Detrás de estos dos gigantes, emergen otras potencias: las empresas chinas Jiangxi Ganfeng y Tianqi Lithium, ambas con un 6% del mercado, y Arcadium Lithium, adquirida por Rio Tinto, con un 4%.

Este reparto muestra una industria fragmentada pero concentrada en cinco actores que controlan casi la mitad del mercado mundial del litio. La producción se divide entre salmueras —dominadas por Chile, Argentina y China— y minerales de roca, donde Australia y China son protagonistas.

Voces en conflicto

Desde el sector político chileno, las opiniones divergen. Algunos sectores ven con preocupación la dependencia de Asia, alertando sobre riesgos geopolíticos y la necesidad de diversificar mercados. Otros destacan que la fortaleza en Asia es una ventaja competitiva que Chile debe potenciar, consolidándose como proveedor indispensable para la revolución energética global.

En la industria, ejecutivos de SQM resaltan la estabilidad de su cuota de mercado y la diversificación de clientes —218 en 43 países— como un blindaje ante shocks externos. Sin embargo, analistas internacionales advierten que la creciente oferta global, impulsada por nuevos productores, podría presionar los precios y la rentabilidad en los próximos años.

Consecuencias y aprendizajes

El riesgo de aranceles estadounidenses al litio chileno, que parecía una amenaza latente en abril, se ha diluido al constatar que solo un 2,6% de la producción de SQM se destina a ese mercado. Esto pone en evidencia la importancia de mirar más allá del titular inmediato y entender las dinámicas globales con profundidad.

A nivel local, la historia confirma que la industria del litio chilena sigue siendo un actor clave en la economía mundial, pero también que su futuro dependerá de la capacidad para navegar entre las tensiones comerciales, diversificar mercados y responder a una demanda que no solo es cuantitativa, sino también política y estratégica.

En definitiva, la tragedia que algunos auguraban para SQM no se materializó, pero el coliseo del litio global continúa su lucha feroz, con actores que deben adaptarse o quedar fuera del juego. El espectador informado sabe ahora que la historia no termina en Washington, sino que se despliega en un tablero más amplio, donde Asia marca el paso y Chile juega con ventaja, aunque no sin desafíos.