Tres mujeres mueren en accidente en Santiago: ¿qué revelan las investigaciones a siete meses del suceso?
El 14 de abril de 2025, Santiago fue escenario de un accidente que dejó un saldo trágico: la muerte de tres mujeres jóvenes, tras un choque violento en la intersección de avenida 10 de Julio con Manuel Antonio Tocornal. Siete meses después, la historia ha madurado, y con ella, la comprensión de sus causas y consecuencias.
El choque y la evidencia
Un video de vigilancia capturó el instante en que el vehículo, al parecer sin frenar, impactó con fuerza contra un local comercial y se elevó, confirmando la versión inicial de testigos sobre la velocidad excesiva. “Ni siquiera frenó”, declararon algunos testigos en su momento, dando cuenta de la imprudencia que desencadenó la tragedia.
Perspectivas encontradas
Desde el punto de vista policial y judicial, la investigación ha avanzado hacia una hipótesis de conducción negligente, con un posible exceso de velocidad y falta de control del vehículo. Sin embargo, la defensa de la familia de la conductora fallecida ha planteado dudas sobre el estado del vehículo y las condiciones de la vía, apuntando a fallas técnicas y falta de señalización adecuada como factores contribuyentes.
En la esfera social, la tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad vial en Santiago, especialmente en zonas con alto flujo vehicular y peatones. Organizaciones ciudadanas y expertos en tránsito han señalado que este accidente no es un hecho aislado, sino parte de un patrón preocupante que exige reformas profundas.
Impacto regional y social
La comuna donde ocurrió el accidente, históricamente afectada por problemas de infraestructura vial, ha visto un aumento en la movilización vecinal. “No queremos más víctimas por falta de medidas preventivas”, expresan representantes vecinales, quienes han solicitado mayor presencia policial y mejoras en la señalización y control de velocidad.
Consecuencias y aprendizajes
A partir de las pericias técnicas y testimonios recopilados, se ha confirmado que el vehículo no mostró señales de frenado antes del impacto, lo que apunta a una conducción imprudente o a un posible fallo mecánico sin descartar ninguna hipótesis.
Este accidente ha dejado en evidencia la complejidad de atribuir responsabilidades en tragedias viales, donde confluyen factores humanos, técnicos y estructurales. Asimismo, ha impulsado un llamado a las autoridades para revisar y fortalecer las políticas de seguridad vial en la capital.
Tres mujeres perdieron la vida. El vehículo impactó a alta velocidad sin frenar. La comunidad exige mejoras en infraestructura y fiscalización.
La tragedia, además de su irreparable costo humano, se convierte en un espejo para la sociedad chilena: la urgencia de un compromiso colectivo con la prevención y la responsabilidad vial, para evitar que la historia se repita.