
Un respiro en el ojo de la tormenta comercial. El 14 de abril de 2025, tras la sorpresiva decisión de la administración estadounidense de otorgar una exención temporal de aranceles a ciertos productos electrónicos, entre ellos teléfonos inteligentes, las bolsas a nivel global experimentaron un alza significativa. El Nasdaq subió 2,4%, el S&P 500 un 1,7% y el Dow Jones un 1,1%, mientras que en Chile el IPSA marcó un leve incremento de 0,4%. En Asia y Europa, los principales índices también reflejaron optimismo, con avances notables en el Nikkei y el Euro Stoxx 50.
Richard Hunter, jefe de mercados en Interactive Investor, señaló que esta medida impulsó especialmente a las tecnológicas, con empresas como Apple y Nvidia como principales beneficiadas. Sin embargo, advirtió que "otros aranceles están en camino", lo que pone en duda la durabilidad de este alivio.
Desde el sector empresarial chileno, la reacción fue mixta. Algunos actores celebraron la pausa como una oportunidad para reactivar inversiones y exportaciones, mientras que otros expresaron preocupación por la volatilidad y la falta de certezas a largo plazo. Un representante de la Cámara de Comercio de Santiago comentó que "aunque esta pausa es bienvenida, la incertidumbre sigue siendo un lastre para la planificación estratégica".
En el ámbito político, la medida también generó debate. Sectores más proclives al libre comercio destacaron la importancia de mantener canales abiertos y evitar escaladas proteccionistas. En contraste, voces críticas señalaron que esta pausa podría ser una maniobra táctica en un juego de poder económico que deja en segundo plano a los trabajadores y productores nacionales.
La exención arancelaria se enmarca en una pausa de 90 días anunciada por Estados Unidos para la mayoría de sus socios comerciales, buscando aliviar tensiones comerciales que han afectado el crecimiento global. Sin embargo, la medida no elimina los aranceles ya existentes ni garantiza un acuerdo definitivo, lo que mantiene a los mercados en un estado de alerta.
Además, la reciente volatilidad en los bonos del Tesoro estadounidense y la depreciación relativa del dólar han generado interrogantes sobre la estabilidad financiera global. John Stoltzfus, estratega de inversiones, advierte que "los mercados estarán pendientes no solo de las decisiones de tasas, sino también de indicadores económicos que podrían presionar nuevamente la confianza".
En regiones exportadoras chilenas, especialmente en el norte minero y en zonas con fuerte industria tecnológica, la noticia fue recibida con esperanza pero también con prudencia. Productores locales expresaron que la falta de una política clara a largo plazo dificulta la consolidación de cadenas de valor.
Por otro lado, organizaciones sociales y sindicales han cuestionado que estas medidas no aborden las desigualdades estructurales ni garanticen protección a los trabajadores afectados por la volatilidad del comercio internacional.
Este episodio confirma que el ciclo de tensiones comerciales entre grandes potencias sigue siendo un juego de ajedrez con movimientos tácticos y pausas temporales, más que una solución estructural. La exención arancelaria ha generado un alivio momentáneo en los mercados, pero no despeja las dudas sobre la estabilidad económica global ni las consecuencias para los países en desarrollo como Chile.
La polarización de opiniones refleja un escenario donde la economía mundial navega entre la esperanza de acuerdos multilaterales y la realidad de intereses nacionales que dificultan consensos duraderos. Para Chile, la invitación es a fortalecer la diversificación económica y la resiliencia ante shocks externos, mientras se observan con atención los próximos capítulos de esta historia en desarrollo.
Fuentes consultadas incluyen reportes de Diario Financiero, análisis de Interactive Investor, declaraciones de Oppenheimer Asset Management y testimonios del sector productivo chileno.