El balance climático de abril en Chile: ¿se cumplió la normalidad o se rompió el patrón? : Una mirada calmada a la lluvia que llegó y la que faltó

Abril 2025 cerró con un panorama climático que invita a la reflexión pausada, lejos del ruido inmediato. Según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), las normales climáticas de precipitación para abril muestran un marcado contraste entre regiones: mientras Valparaíso registró lluvias por sobre lo esperado, la mayor parte del país enfrentó un déficit significativo. Este escenario ha abierto un debate que va más allá de números y gráficos, poniendo en escena a científicos, agricultores, autoridades locales y ciudadanos.

Un país dividido por la lluvia

En la zona central, Santiago recibió en promedio 17,3 mm de lluvia, cifra que se mantiene dentro de lo normal para abril, pero que no fue suficiente para compensar la sequía acumulada en meses previos. Más al sur, en Concepción y Chillán, las precipitaciones oscilaron entre 60 y 70 mm, también dentro del rango esperado climatológicamente. Sin embargo, la excepción notable fue la Región de Valparaíso, donde las lluvias casi triplicaron las normales históricas para el mes, un fenómeno que ha generado tanto alivio como preocupación.

“Este exceso puntual puede ser un efecto aislado, pero también una señal de que los patrones de lluvia están cambiando”, apunta el climatólogo de la Universidad de Chile, Dr. Rodrigo Fuentes. Por otro lado, agricultores del Maule y Ñuble expresan inquietud: “Las lluvias irregulares dificultan la planificación de cultivos y afectan la producción”, comenta María López, productora de frutas.

Perspectivas contrapuestas: ¿variabilidad o cambio climático?

El debate científico se intensifica al intentar interpretar estos datos. Algunos expertos sostienen que las fluctuaciones observadas en abril son parte de la variabilidad natural del clima, un ciclo que se repite cada varias décadas. Otros advierten que la irregularidad y los extremos son síntomas claros de la crisis climática global, que ya está manifestándose con mayor intensidad en Chile.

“No podemos atribuir cada evento puntual al cambio climático, pero sí debemos reconocer que la frecuencia y severidad de estos fenómenos está aumentando”, señala la investigadora del Centro de Ciencias Ambientales, Dra. Paula Rojas.

Impactos sociales y económicos ya palpables

Más allá de la discusión académica, las consecuencias en terreno son evidentes. Comunidades rurales enfrentan dificultades para acceder a agua suficiente, mientras que en zonas como Valparaíso, el exceso de lluvias ha provocado daños en infraestructura y riesgos de deslizamientos.

El informe climatológico diario de la DMC ha alertado sobre la necesidad de adaptar políticas públicas y estrategias agrícolas a esta nueva realidad climática, que no solo afecta el medio ambiente sino también la estabilidad social y económica.

Constataciones y aprendizajes

Tras analizar en perspectiva los datos y voces recogidas, se concluye que:
- La normalidad climática es un referente útil, pero insuficiente para anticipar las complejidades actuales.
- La disparidad regional en las lluvias de abril 2025 evidencia la necesidad de enfoques diferenciados en gestión hídrica.
- La creciente incertidumbre climática exige un diálogo abierto entre científicos, autoridades y comunidades para construir resiliencia.

Este balance invita a dejar atrás la urgencia del instante y a mirar con calma y profundidad los patrones que moldean el futuro climático de Chile, con sus luces y sombras, certezas y dudas, en un escenario donde todos somos protagonistas y espectadores.