La UDI y su red profesional: ¿un giro estratégico o un intento de control programático?
Un despliegue meticuloso en la arena política chilena ha tomado forma con la creación, en abril pasado, de una red de profesionales que respaldan el equipo programático de Evelyn Matthei, candidata presidencial de Chile Vamos. El 13 de abril de 2025, la UDI presentó oficialmente "50 propuestas para un Chile con esperanza", un documento que busca alimentar el programa de gobierno de Matthei y que se gestó con la participación activa de más de un centenar de profesionales distribuidos en las 16 regiones del país. Este movimiento se exhibe como un esfuerzo por plasmar las realidades regionales en una propuesta programática que se aleje del centralismo tradicional y que, según sus promotores, responde al sentir del “Chile real”.
Guillermo Ramírez, presidente de la UDI, afirmó a La Tercera que "la UDI es el único partido que tiene organizados a sus profesionales en las 16 regiones, trabajando y apoyando a la candidata del sector, Matthei". La red funciona a través de comisiones semanales que elaboran documentos técnicos, los que luego son compartidos con parlamentarios y autoridades, intentando así tender un puente entre el trabajo técnico y las decisiones políticas.
Este despliegue no ha estado exento de críticas. Desde sectores más críticos del propio Chile Vamos y de la oposición, se advierte que la iniciativa puede ser una forma de centralizar el control programático, limitando la diversidad de voces y perspectivas dentro del conglomerado oficialista. Algunos analistas señalan que la estructura, aunque presentada como un esfuerzo transversal, refuerza la hegemonía de la UDI en la definición del rumbo político del sector, dejando poco espacio para disensos o propuestas disruptivas.
En contraste, voces regionales que participaron en la red destacan la oportunidad inédita de hacer sentir las problemáticas locales en la agenda nacional. Diego Álvarez, encargado nacional de la Red de Profesionales UDI, señaló que el sello del eventual mandato de Matthei debe ser “desde el sentido común que el Chile real le exige a la clase política”, enfatizando la intención de que la política se acerque a la ciudadanía y no se quede en las élites capitalinas.
Este choque entre centralización y regionalismo, tecnocracia y política popular, marca el pulso de esta contienda interna. La red de profesionales de la UDI se presenta como un laboratorio político que intenta conjugar eficacia técnica con legitimidad social, aunque el equilibrio entre ambos aún está por definirse.
A siete meses del lanzamiento de esta red, el programa de Evelyn Matthei ha incorporado varias de las propuestas técnicas elaboradas, especialmente en materias de desarrollo regional, seguridad y empleo. Sin embargo, la percepción pública sobre la apertura y pluralidad del proceso sigue siendo un tema pendiente.
En definitiva, la creación de esta red profesional pone en escena un desafío clásico de la política chilena: cómo conjugar el conocimiento técnico con la representación social en un sistema político fragmentado y polarizado. Más que una solución definitiva, esta iniciativa abre un debate necesario sobre la gobernabilidad, la participación y la construcción de consensos en tiempos de incertidumbre. La UDI apuesta a un modelo que podría redefinir su influencia interna y su capacidad de gobernar, pero también arriesga profundizar las tensiones con aliados y adversarios.
El futuro del programa de Matthei y la efectividad de esta red profesional serán un termómetro clave para medir si esta apuesta logra trascender la mera formalidad y se convierte en un motor real de cambio político en Chile.