Chile enfrenta tensiones comerciales con EEUU sin ceder a la guerra arancelaria: diplomacia y desafíos económicos en juego

En abril de 2025, Chile se vio en el epicentro de un nuevo capítulo en las tensiones comerciales globales, cuando Estados Unidos impuso un arancel del 10% a la mayoría de sus importaciones, excluyendo cobre y madera, dos pilares de la economía chilena. La medida, anunciada y aplicada en marzo, generó incertidumbre en sectores productivos y financieros, activando una respuesta oficial que ha privilegiado la diplomacia sobre la confrontación arancelaria.

La apuesta por la diplomacia frente al enfrentamiento comercial

El presidente Gabriel Boric, en un consejo de gabinete en La Moneda, fue categórico: 'Chile no va a responder con aranceles, sino con diplomacia y firmeza en el marco de los acuerdos comerciales'. Esta postura oficial se traduce en una estrategia que busca fortalecer las relaciones con Estados Unidos a través del diálogo, la revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC) en junio y el trabajo conjunto con la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR) desde la reunión programada para el 16 de abril.

Esta decisión no ha estado exenta de críticas y cuestionamientos. Desde sectores políticos de derecha, se argumenta que la falta de una respuesta arancelaria podría dejar a Chile en una posición vulnerable frente a las medidas proteccionistas de Washington. En cambio, voces de la centroizquierda y expertos en comercio internacional defienden la apuesta por el multilateralismo y el respeto a los tratados, alertando que una escalada arancelaria podría perjudicar más que beneficiar a la economía nacional.

Consecuencias visibles y tensiones en el mercado

Desde la imposición del arancel, las exportaciones chilenas han experimentado fluctuaciones, especialmente en productos distintos al cobre y la madera, que permanecen exentos. Aunque el cobre no fue gravado, su precio internacional ha sufrido una caída que preocupa a la industria minera y a los analistas económicos. Carlos Massad, ex presidente del Banco Central, ha señalado que las presiones externas están elevando las tasas de interés y generando volatilidad en los mercados financieros, complicando el panorama macroeconómico.

El economista Esteban Viani apunta que, aunque algunos sectores podrían beneficiarse temporalmente, el efecto general podría ser una desaceleración del crecimiento proyectado para 2025. 'La incertidumbre genera un clima adverso para la inversión y la planificación empresarial', advierte.

Voces regionales y ciudadanas: el impacto de la política comercial en el territorio

En regiones exportadoras del norte y sur del país, la reacción ha sido diversa. Productores agrícolas y pymes exportadoras expresan preocupación por la falta de medidas compensatorias concretas y solicitan mayor apoyo estatal para diversificar mercados. Por otro lado, sectores industriales en la zona central llaman a un debate más profundo sobre la soberanía económica y la necesidad de políticas que protejan la producción local sin caer en el proteccionismo.

Ciudadanos consultados muestran una mezcla de escepticismo y esperanza. Algunos temen que la prolongada incertidumbre afecte el empleo y los precios internos, mientras otros valoran la apuesta por la diplomacia como un camino que evita una guerra comercial que podría ser devastadora para Chile.

Constataciones y reflexiones finales

La estrategia chilena frente a los aranceles impuestos por Estados Unidos se ha caracterizado por la prudencia y la búsqueda de soluciones multilaterales. Sin embargo, esta postura no garantiza la estabilidad inmediata ni la ausencia de consecuencias económicas negativas. La tensión entre proteger intereses nacionales y mantener relaciones comerciales fluidas sigue siendo un desafío complejo.

La historia reciente muestra que la respuesta chilena a conflictos comerciales debe equilibrar la firmeza con la flexibilidad, considerando el impacto regional, social y económico. El episodio actual invita a un debate profundo sobre la inserción internacional de Chile en un mundo cada vez más fragmentado y proteccionista.

El desenlace de esta historia dependerá tanto de las negociaciones diplomáticas como de la capacidad del país para adaptarse a un escenario global cambiante, donde la resiliencia económica y la diversificación serán claves para evitar que un conflicto externo se convierta en una crisis interna.