Consulta del PDG mantiene la incógnita sobre su apoyo en el balotaje: ¿decidirá el partido o los votantes por cuenta propia?
Una consulta que se prolonga más allá del día esperado
El domingo 30 de noviembre, el Partido de la Gente (PDG) realizó una consulta digital entre sus militantes para decidir a cuál candidatura presidencial apoyar en el balotaje del 14 de diciembre. Sin embargo, la expectativa por conocer el resultado se frustró: la directiva anunció que los resultados se comunicarán este lunes 1 de diciembre, luego de un exhaustivo proceso de revisión y verificación de votos.
Rodrigo Vattuone, presidente nacional del PDG, explicó que la votación se desarrolló entre las 15:00 y las 18:00 horas, y que la revisión de votos se extendería hasta las 21:00 horas para garantizar la transparencia del proceso. Esta demora, lejos de ser un simple contratiempo, refleja la complejidad interna del partido y el peso que tiene la decisión en el escenario político nacional.
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El PDG en el centro de un tablero electoral incierto
El PDG no es un actor menor en esta elección. Con poco más de 38 mil militantes registrados, su peso parlamentario y electoral ha crecido desde la primera vuelta, donde Franco Parisi, exlíder asociado al partido, obtuvo cerca del 20% de los votos. Esto ha convertido al electorado del PDG en un objetivo codiciado por las candidaturas de José Antonio Kast y Jeannette Jara.
Desde una perspectiva política, el PDG enfrenta un dilema: ¿debe orientar a sus militantes hacia un candidato específico o respetar la autonomía de sus votantes, muchos de los cuales no necesariamente siguen la línea partidaria?
Los sectores más conservadores dentro del PDG ven con simpatía la opción de Kast, mientras que voces más pragmáticas o de izquierda moderada consideran que Jara podría representar una mejor oportunidad para influir en políticas públicas. Esta división interna se refleja en la cautela con la que la directiva ha manejado la consulta.
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Voces desde la región y la ciudadanía
En las regiones, donde el PDG tiene presencia variable, la incertidumbre también es palpable. Algunos presidentes regionales han manifestado preocupación por la posible fractura del electorado si no se emite una señal clara del partido.
“La gente que votó por Parisi no es homogénea, y muchos podrían decidir por sí mismos, sin seguir la directiva”, comentó un dirigente regional bajo condición de anonimato. Esto añade una capa de complejidad, pues el partido debe equilibrar la cohesión interna con la realidad de un electorado disperso y heterogéneo.
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Conclusiones y consecuencias visibles
La postergación del anuncio no solo es un hecho administrativo, sino un indicio de la tensión que vive el PDG en este momento crucial. El partido se enfrenta a una encrucijada: consolidar su poder como actor decisivo o arriesgarse a perder influencia si sus votantes optan por la autonomía.
Para el balotaje, esto significa que ni Kast ni Jara pueden dar por seguro el apoyo del PDG, y deberán continuar desplegando estrategias para captar ese electorado que, aunque pequeño en militancia, es significativo en votos potenciales.
Finalmente, esta situación pone en evidencia una realidad más amplia: la fragmentación del electorado chileno y la dificultad de los partidos emergentes para mantener cohesión y control en un escenario político marcado por la volatilidad y la desconfianza.
Como señala el analista político Rodrigo Fuentes, “el caso del PDG es un espejo de la crisis de representación que afecta a Chile: partidos que emergen con fuerza pero que luchan por definir su identidad y su capacidad de influencia en un electorado cada vez más independiente”.
Este episodio invita a la reflexión sobre el futuro de la política chilena y la manera en que los partidos deberán adaptarse para no quedar relegados en un sistema donde la autonomía individual y la dispersión ideológica parecen ser la norma.
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Fuentes:
- La Tercera, 30 de noviembre de 2025
- Entrevistas a dirigentes regionales del PDG
- Análisis político de Rodrigo Fuentes, Universidad de Chile