Motociclista argentino muere en ruta Quilpué – Viña del Mar: un accidente que reabre el debate sobre seguridad vial

Un hombre de 61 años, de nacionalidad argentina, perdió la vida en un accidente ocurrido en la madrugada del domingo 30 de noviembre en la ruta 60-CH, que conecta Quilpué con Viña del Mar. El incidente tuvo lugar cerca del kilómetro 98, cuando el conductor perdió el control de su motocicleta y cayó, falleciendo en el lugar. La confirmación fue entregada por el coronel Jorge Guaita, prefecto de la Prefectura Marga Marga de Carabineros, quien señaló que 'por causas que se investigan' se produjo la tragedia.

Este accidente ha encendido nuevamente la discusión sobre la seguridad vial en una de las rutas más transitadas de la Región de Valparaíso. Para algunos sectores, la falta de infraestructura adecuada y señalización clara son factores recurrentes que ponen en riesgo a los usuarios más vulnerables, como los motociclistas.

Desde la comunidad motociclista local, el presidente del Club Motores Valparaíso expresó: "No es la primera vez que vemos accidentes fatales en esta ruta. La velocidad, las curvas y la ausencia de barreras de contención adecuadas hacen que el riesgo sea constante. Pedimos a las autoridades que tomen medidas concretas y urgentes".

Por otro lado, desde la Secretaría Regional Ministerial de Transportes, se reconoció la necesidad de revisar el estado de la ruta, pero también se enfatizó en la importancia de la responsabilidad individual. 'Las investigaciones preliminares apuntan a una pérdida de control que puede estar asociada a factores como el exceso de velocidad o condiciones climáticas. No obstante, estamos trabajando en un plan integral para mejorar la seguridad vial en toda la zona,' indicaron.

Expertos en seguridad vial consultados por diversos medios plantean que, más allá de la infraestructura, es fundamental fortalecer la educación vial y los controles efectivos. La coexistencia de vehículos livianos, motocicletas y transporte pesado en rutas con alta complejidad topográfica requiere una gestión coordinada y multidimensional.

Este accidente, aunque puntual, refleja una problemática estructural que afecta no solo a la Región de Valparaíso sino a diversas zonas del país, donde la siniestralidad vial sigue siendo una de las principales causas de muerte.

En el plano social, la tragedia golpea a una familia y a una comunidad que ve cómo se repiten historias similares sin respuestas contundentes. La pérdida de un ciudadano extranjero también pone en relieve la necesidad de una mirada regional y nacional que integre a todos quienes transitan por las rutas chilenas.

Finalmente, si bien las causas exactas del accidente permanecen bajo investigación, la combinación de factores humanos, técnicos y estructurales emerge como la verdad más clara. La consecuencia inmediata es una muerte evitable que exige, en voz alta y con evidencias, una revisión profunda de las políticas públicas de seguridad vial en Chile.

Este episodio, lejos de ser un hecho aislado, es un llamado a la acción para que autoridades, sociedad civil y expertos converjan en soluciones integrales, que permitan que la tragedia no se repita en las rutas del país.