La Unión Europea endurece su pulso comercial con Estados Unidos: la amenaza de gravar a las grandes tecnológicas

La Unión Europea endurece su pulso comercial con Estados Unidos: la amenaza de gravar a las grandes tecnológicas
Internacional
Europa
2025-11-30
Fuentes
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- Negociaciones comerciales tensas entre la UE y EE.UU. tras la guerra arancelaria de Trump.

- Medidas inéditas: posible impuesto europeo a ingresos publicitarios de gigantes digitales.

- Impactos globales: mercados en incertidumbre y cuestionamientos sobre el futuro del comercio transatlántico.

Un quiebre anunciado en las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos ha comenzado a materializarse con la amenaza explícita de Bruselas de imponer gravámenes a las grandes empresas tecnológicas americanas. El 11 de abril de 2025, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció que la UE está dispuesta a utilizar herramientas inéditas para responder a la guerra arancelaria impulsada por Donald Trump. Este anuncio, que hoy se analiza con mayor perspectiva, marca un punto de inflexión en un conflicto que ha escalado desde la imposición de aranceles recíprocos sobre acero y aluminio hasta la posibilidad de extender la disputa al sector de servicios digitales.

El origen del choque

En abril de 2025, Trump aplicó un arancel del 20% a productos europeos, desatando una respuesta inmediata de la UE que contemplaba represalias por 21.000 millones de euros. Sin embargo, la Comisión Europea decidió suspender esas medidas para intentar una negociación durante una pausa de 90 días. La expectativa era alcanzar un acuerdo "completamente equilibrado", como señaló Von der Leyen, pero la falta de avances concretos ha llevado a la Unión a preparar contramedidas más agresivas.

Multiplicidad de voces y posturas

Desde la perspectiva política europea, la presidenta de la Comisión ha enfatizado que "nunca más volveremos al statu quo" y que la guerra comercial ha provocado "un punto de inflexión total en el comercio global". Sin embargo, dentro de la UE existen voces que temen que una escalada pueda perjudicar a las economías europeas, especialmente a sectores exportadores que dependen del mercado estadounidense.

En Estados Unidos, el enfoque de la administración Trump ha sido mantener una postura firme, argumentando la necesidad de proteger industrias nacionales frente a prácticas que consideran desleales en Europa. Algunos analistas estadounidenses advierten que la respuesta europea podría afectar la competitividad de sus gigantes tecnológicos, que ya enfrentan presiones regulatorias en varios frentes.

Impacto regional y social

Para Chile y otros países latinoamericanos, el conflicto transatlántico representa un desafío indirecto. Chile, con una economía abierta y exportadora, observa con atención la volatilidad en los mercados y la posible afectación en la cadena global de servicios digitales y comercio. Expertos locales señalan que una guerra comercial ampliada podría ralentizar la recuperación económica mundial post-pandemia y afectar inversiones en tecnología y comercio electrónico.

Los gigantes tecnológicos en la mira

El corazón de la disputa actual se sitúa en la posibilidad de que la UE imponga un impuesto a los ingresos por publicidad digital de empresas como Meta, Google y Facebook. Este impuesto sería una medida pionera en el marco del bloque europeo, distinta a los impuestos digitales que aplican individualmente sus Estados miembros. Von der Leyen advirtió que estas medidas podrían ser parte de una “amplia gama de contramedidas” si las negociaciones no prosperan.

Constataciones y consecuencias

La historia reciente nos muestra que no hay ganadores claros en esta escalada. "No hay ganadores en esto, solo perdedores", afirmó Von der Leyen, refiriéndose a la agitación en los mercados financieros y la incertidumbre que genera esta disputa.

El desafío para la Unión Europea será equilibrar la defensa de sus intereses comerciales sin dañar su posición en un mercado global cada vez más interconectado. Para Estados Unidos, la presión sobre sus gigantes tecnológicos y la respuesta europea podrían redefinir la forma en que se regulan los servicios digitales a nivel mundial.

Finalmente, para terceros países como Chile, este conflicto es un llamado a diversificar mercados y fortalecer la resiliencia económica ante tensiones que trascienden fronteras. La guerra comercial entre la UE y EE.UU. no solo redefine reglas comerciales, sino que también pone a prueba la capacidad de adaptación de actores globales y locales en un mundo en constante transformación.