Incendios forestales en Chile: alerta roja en cuatro comunas y el desafío de la prevención integral
Chile enfrenta una nueva oleada de incendios forestales que ha puesto en jaque a diversas comunas, desde la remota Isla de Pascua hasta la Región Metropolitana. En menos de diez días, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) ha declarado alerta roja en cuatro zonas distintas: Isla de Pascua, Valparaíso (Laguna Verde), Melipilla y Tiltil. Cada uno de estos siniestros exhibe características particulares, pero todos convergen en un escenario común: la urgencia de una política pública que combine la respuesta rápida con la prevención estructural.
El incendio en Isla de Pascua, denominado 'Hanga Rau', desató la alerta roja el 22 de noviembre tras devastar aproximadamente cuatro hectáreas cerca de un área protegida. “Se movilizarán todos los recursos necesarios y disponibles, en apoyo adicional a lo ya desplegado por CONAF, Bomberos y el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres,” indicó Senapred. Aquí, la particularidad radica en la fragilidad ambiental y cultural del territorio insular, que suma una dimensión patrimonial a la emergencia.
En la costa de Valparaíso, el incendio que afecta a Laguna Verde, específicamente el sector El Leoncillo, ha puesto en riesgo viviendas y activó la evacuación preventiva. La alerta roja se decretó el 26 de noviembre en medio de condiciones climáticas adversas, con altas temperaturas y vientos que dificultan el control del fuego. La comunidad local ha expresado preocupación por la gestión de la emergencia y la falta de planes preventivos efectivos, mientras las autoridades insisten en la importancia de la coordinación entre Senapred, Bomberos y Conaf.
Más al interior, en la Región Metropolitana, la comuna de Melipilla ha sufrido dos incendios simultáneos, 'Álamos de Culiprán' y 'Culiprán 2', que han consumido más de 100 hectáreas. La alerta roja se mantiene activa y moviliza recursos aéreos y terrestres para contener la propagación. “Actualmente hay dos viviendas afectadas y se encuentran en evaluación,” informó Senapred, confirmando la amenaza directa a la población.
Finalmente, en Tiltil, también en la Región Metropolitana, un incendio denominado 'El Bajo' ha consumido 10 hectáreas y presenta una rápida propagación con amenaza inminente a viviendas e infraestructura crítica. La declaración de alerta roja permitió agilizar la movilización de recursos, pero la comunidad denuncia que la falta de planes de mitigación y la vulnerabilidad ante olas de calor extremas agravan la situación.
Perspectivas en conflicto
Desde el mundo político, las posturas se dividen. Algunos sectores de oposición critican la gestión del gobierno, señalando insuficiencia en la inversión para prevención y en la modernización de los cuerpos de emergencia. En contraste, desde el oficialismo se defiende la estrategia de respuesta inmediata y se destaca la complejidad que implica coordinar recursos en territorios tan diversos y con condiciones climáticas extremas.
En el ámbito regional, las autoridades locales enfrentan la tensión entre proteger a sus comunidades y la limitada capacidad técnica y financiera para enfrentar siniestros de esta magnitud. En Isla de Pascua, por ejemplo, la amenaza a zonas protegidas ha generado preocupación entre comunidades indígenas y ambientalistas, quienes advierten que la recuperación será lenta y que se requieren políticas específicas para estos territorios.
Las voces ciudadanas, en tanto, reflejan una mezcla de resignación y exigencia. Vecinos de Melipilla y Tiltil denuncian falta de información clara y oportuna, mientras que en Laguna Verde la evacuación preventiva generó conflictos sobre la comunicación y la planificación.
Verdades y consecuencias visibles
La reiteración de incendios en distintas regiones y la declaración de alertas rojas en rápida sucesión evidencian una realidad ineludible: el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas —como olas de calor prolongadas y sequías— están exacerbando la frecuencia y severidad de estos eventos. La superficie afectada en Melipilla supera las 100 hectáreas, mientras que en Tiltil y Laguna Verde el fuego amenaza directamente a viviendas.
Además, la experiencia reciente muestra que la respuesta inmediata, aunque imprescindible, no es suficiente. La prevención estructural, que incluye manejo del territorio, educación comunitaria, inversión en infraestructura y planificación urbana adaptada al riesgo, debe ser prioritaria para evitar que la tragedia se repita.
El desafío para Chile es mayúsculo: conjugar la capacidad de reacción con una política pública integral que considere las particularidades locales, la protección ambiental y la participación activa de las comunidades. Solo así podrá enfrentarse con eficacia al creciente riesgo que significan los incendios forestales en un país que, año tras año, sufre las consecuencias de un clima cada vez más hostil.