
Un pulso de poder y economía se desató en los últimos meses, y Chile quedó en medio de un escenario que parece no ceder. El 8 de abril de 2025, el dólar cruzó la barrera de los $1.000, un hito que no se veía desde hace años y que refleja la creciente tensión generada por la imposición de aranceles estadounidenses a China, el principal socio comercial del país.
Este fenómeno no fue un episodio aislado, sino la culminación de semanas de incertidumbre que pusieron a prueba la resistencia del mercado local. La Casa Blanca confirmó un arancel de 104% a productos chinos, medida que afecta a cerca de 60 países y que busca presionar a Beijing en una disputa comercial que ya se siente en todos los rincones del planeta.
Los protagonistas del drama: actores económicos, políticos y ciudadanos que enfrentan consecuencias palpables y visiones encontradas.
### El dólar como actor principal
El salto a más de $1.000 no fue casualidad. Según expertos consultados, como Jorge Concha, trader del Banco Bci, la combinación de la amenaza arancelaria y la reacción de los agentes extranjeros —que se posicionaron en contra del peso— fueron determinantes. El mercado procesó más de US$2.100 millones en compraventas de dólares, un volumen que superó en un 60% lo habitual.
El cobre, la joya de la corona chilena, no escapó a la tormenta. El precio del cobre Comex cayó 1,8% a US$4,11 la libra, reflejando la preocupación por la demanda china y el impacto de la guerra comercial.
### Voces en conflicto: perspectivas políticas y sociales
Desde el mundo político, las opiniones se dividen. Algunos sectores de centroizquierda advierten que la estrategia proteccionista estadounidense profundiza la vulnerabilidad de Chile, dada su dependencia de China. Proponen acelerar la diversificación económica y fortalecer políticas de desarrollo interno.
Por otro lado, voces del oficialismo y sectores empresariales resaltan la necesidad de mantener la calma y buscar acuerdos multilaterales para mitigar el impacto. “No podemos depender exclusivamente de un solo mercado, pero tampoco podemos cerrar las puertas a la inversión extranjera”, señala un representante del Ministerio de Economía.
En la sociedad civil, el aumento del dólar ha significado un aumento en los precios de productos importados y una presión directa en el bolsillo de las familias. Consumidores y pequeños comerciantes reportan dificultades para planificar gastos y mantener estabilidad.
### Consecuencias y aprendizajes
Este episodio deja varias certezas: la globalización expone a Chile a choques externos que pueden ser violentos y prolongados; la dependencia del cobre y de China como socio comercial principal es un riesgo latente; y la volatilidad financiera puede afectar la economía real de manera rápida.
Al mismo tiempo, el mercado y las autoridades han mostrado capacidad de adaptación, aunque con límites evidentes. La Reserva Federal de Estados Unidos ha reconocido riesgos inflacionarios más urgentes, y el Banco Central chileno ha debido ajustar sus estrategias ante la presión del tipo de cambio.
El desafío para Chile es claro: navegar en un océano global cada vez más turbulento, con estrategias que integren diversificación, resiliencia y una mirada crítica sobre la inserción internacional.
En definitiva, el dólar sobre los $1.000 no es solo un número, sino un síntoma de un cambio estructural que exige respuestas profundas y coordinadas.
2025-11-12
2025-11-12